esús Ibáñez es el joven gerente de la administración de Lotería Nacional número 13. Con ese presupuesto, llama la atención que la buena suerte ronde a menudo esta oficina situada en la calle Artés de Arcos y haya dado ya varios premios en los últimos meses.
-¿Crees usted en la suerte?
Paradójicamente no creo en la suerte, ni en la buena ni en la mala suerte, aunque creo que existe “algo” ante ciertos eventos. Por ejemplo, cuando hacemos una división entre dos números, si no es exacta nos queda un resto, casi siempre insignificante). Ese “resto” sería lo que denomino “suerte”, algo insignificante que muchas veces hace que la balanza caiga de un lado o de otro, aunque es algo casi inapreciable. Lo que sí se seguro es que la suerte no viene sola, hay que provocarla y casi siempre con mucho trabajo, dedicación y esfuerzo.
-¿Es supersticioso?
Rotundamente no, aunque reconozco que tengo muchas manías, que alguien puede llamar supersticiones, pero no me dan miedo los gatos negros, pasar por debajo de unas escaleras o vestir de amarillo...
-¿Qué superstición le hace más gracia?
¡La verdad que todas son graciosas cuando no te suponen ningún problema. Paradójicamente el 13 es el número de la “mala suerte” y en nuestra administración, que además es la número 13, es el que más nos piden, es el número que se agota antes. Hay una película de Jack Nicholson que refleja de una manera muy explícita las "manías/supersticiones" de una persona.
-¿Vendería usted para navidad el 666?
El 666 es conocido como el número de la bestia y se identifica con el demonio. Para los supersticiosos podría ser un número a sacar del bombo, pero le aseguro que se convertiría en un número “angelical” si saliese como gordo de navidad para todos aquellos que lo llevaran en el bolsillo (supersticiosos o no). Y por supuesto que lo vendería como cualquier otro...
-Hagame una promesa para cumplir si alguna vez vende el Gordo de Navidad.
Pienso que las promesas son para cumplirlas, por tanto, " si este año damos el Gordo de Navidad invitaremos a un aperitivo con Cava a todo aquel que se acerque por la administracion Nº 13 de Almería" y por supuesto a toda la redacción de La Voz de Almería.
-¿Le hacen promesas los clientes abonados?
Continuamente, aunque sinceramente por mi experiencia son promesas que se las lleva el viento, algunas son bastante divertidas y graciosas. Una vez me prometieron que si le daba el gordo me llevaban a coscoletas a al plaza del pueblo.
-¿Ha conocido usted a algún gafe?
No me atrevería a llamar gafe a nadie, pero he coincidido con algunas personas algo más desafortunadas. Estamos confeccionando una "Peña" de quinielas para la próxima temporada y hay por ahí alguna persona que intentaremos que no entre en la peña, no sé si con esto contesto a su pregunta.
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