Responsables de Protección Civil y miembros de Promar, expertos en recuperación de especies marinas, velan desde ayer por la vida de un calderón común hallado el pasado domingo en la costa de Adra. El animal, de más de tres metros de longitud, aparecía vivo en la playa del Carboncillo y fueron los propios bañistas los que dieron la voz de alarma.
Desde entonces, esta ballena permanece bajo vigilancia en el puerto deportivo adonde fue traslada en una máquina excavadora para no dañar su ya lastimado cuerpo. “Apareció muy desnutrida y presenta algún problema relacionado con los pulmones”, ha detallado Rosa Henche, miembro de Promar en Almería. A la espera de determinar con exactitud su estado de salud, se le ha administrado suero. Los voluntarios que cuidan de este cetáceo confían en su pronta recuperación para devolverlo al mar.
No ha sido el único caso que Promar ha localizado recientemente. Ayer aparecían también varados en la costa almeriense dos delfines, uno en Carboneras y otro en Almerimar. Al contrario del calderón encontrado en Adra, estas especies se localizaron sin vida. Desde Promar se advierte de la proliferación de cetáceos muertos fruto “de la mano del hombre” y de la contaminación que se vierte al mar.
Promar lleva diez años trabajando en la costa de Almería, sobre todo, con cetáceos varados y tortugas. Alrededor de un centenar de voluntarios colabora con este colectivo cuyo fin último es proteger las especies y devolverlas a su hábitat natural.
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