Cabrera se recupera lentamente del incendio ocurrido hace 3 años

Desde hace tres años, cada vez que se registran elevadas temperaturas como las de estos días, los habitantes del Levante almeriense temen revivir momentos de angustia como los que se dieron aquel mes de julio del año 2009, cuando un gran incendio asoló gran parte de Cabrera, una sierra que comparten varios términos municipales, entre ellos,  Mojácar y Turre.
Desde aquel verano, los años posteriores han sido muy secos y apenas se han registrado precipitaciones durante este tiempo, lo que ha venido a dificultar la recuperación medioambiental de la zona. Sierra Cabrera despierta tres años después, aunque lo hace lentamente.
El incendio en el recuerdo
Era una jornada más de verano en la que se rozaban los 40 grados al mediodía. El viento soplaba con fuerza, lo que favoreció que se reavivase el incendio que se registraba solo unos días antes en esta sierra. De nuevo, un fuego en Cabrera era visible desde numerosos puntos de la comarca, aunque nadie podía presagiar lo que ocurriría pocas horas más tarde.
Los primeros efectivos que intervinieron en este nuevo incendio eran los del Parque de bomberos del Levante. El viento hacía imparable y empujaba el fuego en distintas direcciones. La gran magnitud que alcanzaron las llamas hacía casi imposible que se pudiera actuar desde tierra y el apoyo aéreo se demoró por otros incendios declarados en la provincia ese día.
Los medios disponibles tuvieron que repartirse mientras que el fuego, conforme transcurrían las horas, se extendía hasta llegar a Mojácar, con tan mala fortuna que una vez arrasada la zona, el viento cambió de dirección y se abrió paso hacia el sur de la sierra.
El incendio fue declarado de ‘nivel 2’, por lo que a la extinción del mismo fueron sumándose medios estatales, además de los autonómicos y provinciales. Lo que vino después, es la parte más amarga para los vecinos, al verse obligados a desalojar sus viviendas ante la cercanía de las llamas. A ellos se sumaron los miles de veraneantes, a los que también se les invitó a dejar sus hoteles y alojamientos.
La solidaridad mostrada por los municipios vecinos –algunos de ellos habilitaron pabellones donde pasar la noche- fue gratamente recibida por los habitantes de Turre y Mojácar, así como por las autoridades locales. Tras más de 24 horas de angustia, el incendio había sido controlado pero prácticamente la totalidad de Cabrera había sido pasto de las llamas.
Intervenciones
Sierra Cabrera, aún humeante, presentaba un panorama desalentador en los días posteriores al incendio y, aunque la por entonces consejera de Medio Ambiente de la Junta, Cinta Castillo, realizaba unas desafortunadas declaraciones en referencia a la naturaleza de lo quemado, este incendio acabó con gran parte del arbolado que sobrevivía fundamentalmente en hondadas y barrancos, sobre todo olivos y algarrobos  centenarios que no lograron sobrevivir al ser completamente calcinados.
Distintas instituciones, cuyos representantes se desplazaron a la zona durante el incidente, prometieron todo tipo de ayudas. De esto, hace poco más de tres años y, con un coste superior al millón y medio de euros, ya se han realizado diversas intervenciones para contribuir a la recuperación medioambiental de la sierra. Entre estas actuaciones destaca la limpieza de ramblas para prevenir posibles avenidas ante la deforestación del terreno, acondicionamiento de taludes para evitar la posterior erosión, arreglo de balsas y la inclusión de éstas en un plano del que disponen los medios competentes para su futura utilización, arreglo de caminos y veredas para facilitar futuros acceso