La crisis y el paro llenan de jóvenes las consultas de los psicólogos

La crisis y el paro llenan de jóvenes las consultas de los psicólogos

La Voz de Almería
22:06 • 01 sept. 2012

La pérdida de un ser querido, una separación o un cambio geográfico drástico son algunas de las situaciones consideradas como las más estresantes en la vida de una persona. Dentro de estos sucesos traumáticos se cataloga también la pérdida del empleo. Una pérdida que supone no solo tener que enfrentarse a problemas económicos sino a un cambio de rutina al que muchos no terminan de adaptarse.
Desde que se acentuara la crisis, los centros sanitarios han notado un aumento considerable de las consultas por trastornos de estrés, ansiedad o depresión derivados de la presión que ejerce sobre muchas personas las noticias nefastas sobre el panorama actual. Muchas de ellas solicitan ayuda médica tras experimentar episodios de ansiedad en el puesto de trabajo provocado por los numerosos despidos o por depresión tras largos periodos de búsqueda de empleo sin resultados.
Los últimos datos recogidos apuntan a un perfil de pacientes en los que más del 80% son mujeres, casi el 65% mayores de 60 años y en los que la depresión es el trastorno con más víctimas. De esos datos, se recoge además que tan solo el 4% de los afectados poseen una edad de menos de 40 años. Sin embargo, tanto la ansiedad como la depresión afectan cada vez en mayor medida a la población joven.
María Luz Martín Egea, psicóloga de la clínica Psi-Connectia, en Almería, comenta haber realizado consultas a personas de entre 20 y 30 años que padecen situaciones de malestar graves por diversas situaciones personales en las que la causa directa son los problemas económicos.
Desde estudiantes universitarios con dificultades para afrontar el aumento de las tasas en los precios de las matrículas, hasta jóvenes que o no pueden dar el paso a la emancipación o deben desandar el camino para volver al hogar de sus padres, con una maleta que en muchas ocasiones incluye a pareja e hijos. “Tienen que permanecer en casa de sus padres, bajo sus normas, durante más tiempo. Y ese paso hacia atrás produce mucha ansiedad”.
Continuar con la autonomía de un adolescente hace cuesta arriba algo tan básico como mantener una relación en pareja y aunque los padres adopten una postura más flexible en estos tiempos, la convivencia no resulta fácil en esas situaciones.
Bloqueo emocional
Ante  la impotencia que genera una previsión de futuro dónde la falta de recursos y posibilidades no depende de uno mismo, muchas personas comienzan a desarrollar un cuadro mixto tanto de ansiedad como de depresión. “Quedan emocionalmente bloqueados, dejan de ver a los amigos y pierden de alguna manera la noción del tiempo, es decir, se aíslan socialmente” asegura Martín Egea. Con dinero no  se consiguen amistades pero la falta de recursos económicos parece ser un impedimento para conservarlos. El no poder mantener la rutina de salir a tomar un café, una cerveza o ver una película en una sala de cine, elimina la motivación de buscar a los iguales por vergüenza a reconocer los problemas económicos.
En estos casos, tener un empleo podría parecer el remedio más lógico. Sin embargo, si las condiciones laborales no son buenas, puede convertirse en un factor más de riesgo para la salud mental. Entre el perfil de pacientes a los que trata María Luz Martín, acuden también personas con un alto nivel de ansiedad y estrés laboral producido por la continua sensación de inestabilidad en el trabajo. “Tienen la sensación de que antes había más margen, te podías equivocar, te podían llamar la atención […] pero ahora procuran mantener un cuidado esp






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