Las obras del instituto ‘Sabinar’ se suspenden por quiebra de la empresa

Las obras de reforma y ampliación del IES ‘Sabinar’ de Roquetas de Mar han sido suspendidas después de que la empresa Argar Construcciones, adjudicataria del proyecto, cayera en quiebra. El instituto más antiguo e importante del municipio, que alberga a estudiantes de Secundaria, así como clases de Bachillerato, Bachillerato nocturno y Escuela de Idiomas, ve con preocupación este nuevo varapalo en sus “merecidas obras”. 

María del Mar Aranda, directora del centro desde hace ocho años, afirmaba ayer en declaraciones a LA VOZ que “toda la comunidad educativa nos sentimos muy preocupados por ver cómo se va a resolver el tema aunque, en principio, el viernes pasado estuvieron varios técnicos del ISE mirando el estado actual de la obra. Nos han dicho que se va a sacar nuevamente a licitación y que esperan que pronto se solucione el problema”. 

“Mala suerte”

Desde la propia Consejería de Educación de la Junta de Andalucía están “sorprendidos” y aseguran que “que no va a haber ningún tipo de riesgo para el alumnado”, según palabras de Aranda. “Estamos teniendo un poco de mala suerte, ahora que ya parecía que el centro iba a tener sus merecidas obras. Parece ser que la nueva licitación va a salir a finales de mes o principios de octubre”.

La obra, incluída en el Plan de Oportunidades Laborales de Andalucía (OLA), fue adjudicada por un importe de 1.639.839 euros a partir de una base de 2.376.579 euros, de forma que el 80 por ciento de este presupuesto está financiado con fondos Feder. Las previsiones marcaban un plazo de obra de diez meses aproximadamente y la contratación de 82 personas. Sin embargo, pese a que comenzaron en febero, a finales de mayo se vieron paralizadas hasta el día de hoy. 

Reforma y ampliación

La ampliación del IES ‘Sabinar’ se centra en la creación de un nuevo edificio para acoger a los alumnos de Bachillerato y en la renovación de los módulos ya existentes. El nuevo edificio proyecta nueve aulas, ocho seminarios, aseos, un aula tecnológica, un aula de informática, un aula-taller, aulas de dibujo y plástica y un aula de prácticas, entre otros aspectos. 

Desde la dirección del centro  esperan “que el problema se solucione cuanto antes y que algún día veamos finalizadas las obras”. Los alumnos, por su parte, creen que “está mal que no se agrande el centro. Somos muchos alumnos por aula y eso dificulta el buen aprendizaje”, afirmaba Alfredo Mastronardi, estudiante de la Escuela de Idiomas. En la misma línea se explicaba otra alumna, Yolanda Rodríguez, que cree que “si hubiese menos gente por clase habría más tiempo por alumno para hablar en inglés”.