De los pasajeros de los vapores de los años 20 a la censura en la radio

Casi 80 años lleva el Archivo Histórico Provincial, que gestiona la Junta de Andalucía, custodiando la memoria de Almería. Desde que abrió sus puertas hasta la fecha acumula innumerables documentos que, agrupados en carpetas, sumarían colocados linealmente más de ocho kilómetros. Pero el valor de lo que guarda en sus entrañas no está en el peso ni en la medida, sino en la importancia que tiene para la historia de la provincia y de los almerienses.
Aunque hay algún documento suelto de finales del siglo XV y su protocolo notarial más antiguo es de 1.519, el Archivo custodia, según explica su directora, María Luisa Andrés, papeles oficiales de todas las administraciones y de las notarías. De hecho, recientemente ha recogido los documentos notariales que hacen referencia a los años 1910 y 1911, porque éstos han de permanecer en las notarías 100 años y es, pasado este tiempo, cuando van a parar al Archivo Histórico Provincial, que entró en funcionamiento en 1932.
Rebuscando en el legado se pueden encontrar interesantes curiosidades. Allí están los registros de pasajeros que salieron por mar desde el puerto de Almería el 9 de noviembre de 1920 con destino a Buenos Aires (Argentina). A ese vapor italiano bautizado "Franchesca" se subieron almerienses de Antas, Sorbas, Velefique, Carboneras, Taberno, Enix, Almería, Níjar, Lucainena de las Torres y Albox, todos con pasajes de tercera categoría y con la intención de establecerse en Argentina.
Tenían edades de entre 12 y 48 años y sus profesiones eran las de labrador, jornalero, yesero, barbero e, incluso, mulero. Sólo dos mujeres formaron parte del pasaje de aquel buque en el que viajaron 44 personas.
Unos meses antes, el 20 de mayo, salía también del puerto de la capital un vapor con destino a Nueva York con 414 personas a bordo, de las que tan solo 5 eran mujeres. Esos cientos de almerienses que llenaron el barco del capitan Smith procedían de Padules, Canjáyar, Rioja, Lubrín, Laujar, Tahal o Cantoria y su objetivo era el de encontrar trabajo en los Estados Unidos de América y establecer allí su vida.
Otras "joyas"
En el recorrido por los papeles del archivo, también se encuentran joyas como los estatutos de la Agrupación Femenina Antifascista de Almería, creada en 1937 para "luchar contra la guerra y el fascismo y elevar el nivel material y moral de la mujer y desarrollar la solidaridad femenina". Para pertenecer a ella, había que pagar una cuota de 0,50 pesetas. El escrito presentado ante el gobernador de Almería lleva fecha del 8 de diciembre de 1936 y lo firman tres mujeres: Carmen Alcaraz, Enriqueta García y Paquita Casadesús.
También guardan sus estanterías las actas del escrutinio de las mesas de las elecciones para el Referendum del Estatuto de Autonomía de Andalucía, de 20 de octubre de 1981, de la Junta Electoral de Almería.