La influencia de Calar Alto se nota en el ahorro y la contaminación lumínica

Hace aproximadamente un año, en septiembre de 2011, una delegación de alcaldes del Almanzora y responsables políticos provinciales acudió al Observatorio de Calar Alto para conocer el trabajo que se realiza en estas instalaciones y la necesidad de comenzar a reducir la contaminación lumínica cuanto antes. Entonces, los asistentes a este acto se mostraron preocupados por las consecuencias que esta contaminación pudiera tener y concienciados para trabajar cuanto antes desde sus administraciones en este sentido.

Un año después, algunos ayuntamientos ya han comenzado a aplicar algunas de las recomendaciones que se dieron desde Calar Alto, si bien hay que añadir que la crisis económica se ha convertido en la mayoría de las ocasiones en la gran aliada de nuestro cielo.

Medidas adoptadas
La concejal de Urbanismo de Albox, Sonia Cerdán, explica que este Consistorio ha “conseguido reducir contaminación lumínica y a la vez ahorrar económicamente mediante medidas como la reducción de las horas de encendido de las farolas”. En el alumbrado instalado en los márgenes de la rambla, sobre los muros, “se ha reducido un 70% el número de farolas que se encienden” y el resto se queda sin luz a la una de la madrugada. Dentro del casco urbano, el alumbrado se enciende a las ocho y cuarto de la tarde, aunque la mitad de las farolas se apagan a la una de la madrugada. En cuanto a las pedanías del municipio, en algunas se ha suprimido el encendido de un setenta por ciento de los faroles. Cerdán recuerda que su visita hace un año a Calar Alto “fue muy instructiva” y que por ello, cuando ahora se renueva parte de la infraestructuras lumínica se instalan farolas “de bajo consumo y enfocando hacia el suelo, para que desprendan la mínima contaminación lumínica posible”.

En el caso de Olula del Río, su alcalde, Antonio Martínez Pascual, recuerda que no pudo acudir a la cita en Calar Alto por otros compromisos, pero sin embargo, esto no ha evitado que ya se esté elaborando un estudio de deficiencia lumínica en la localidad, que marcará el camino a seguir en este servicio. “Estamos optimizando alumbrado por alumbrado y siempre la elección de lámpara luminaria va enfocada a reducir al máximo la contaminación lumínica. Cada nuevo alumbrado se adaptará a la normativa vigente”, explica Pascual.

Medidas similares a las enumeradas previamente se están aplicando también en otros municipios del Valle del Almanzora, por lo que los objetivos marcados por el observatorio van camino de cumplirse. “Cinco años es el plazo que nos hemos fijado para empezar a notar el impacto de este cambio” explica el científico David Galadí. “De aquí a cinco años esperamos que la situación haya mejorado y de aquí a tres años que deje de empeorar”, manifiesta Galadí, quien también celebra la mayor valoración que, tras los últimos esfuerzos comunicativos, está recibiendo Calar Alto por parte de toda la comunidad del Almanzora y la provincia.