Empiezan las obras del Centro Patrimonial en la antigua ‘Casa del policía’

Las obras de rehabilitación de la ‘Casa del Policía’ y su posterior adaptación en el Centro de Interpretación Patrimonial de Almería ya han comenzado en la Plaza Vieja. En apenas diez meses, la empresa Hispano Almería SA transformará el edificio hoy en ruinas en un espacio de “referencia turístico”.
La obra, ejecutada a través del Plan Urban, estará cofinanciada
en un setenta por ciento por fondos FEDER de la Unión Europea y en un treinta por ciento, por el Ayuntamiento de Almería. En total serán algo más de 510.000 euros (oferta económica que rebajaba en 90.000 euros el precio de licitación) para construir un edificio cuyo proyecto ha sido redactado por el equipo de arquitectos de Javier de Simón.
627 m2 de superficie
El Centro de Interpretación Patrimonial tendrá una superficie construida de 627,20 metros cuadrados y las obras comprenden la rehabilitación de la fachada y los soportales del edificio existente, la construcción de un centro de nueva planta y la conexión con la Casa Consistorial.
En su interior acogerá una recepción-administración, sala de proyecciones y conferencias, salas de difusión, zonas de administración, aseos, almacenes, cuartos de residuos e instalaciones.
La obra ahora comenzada acabará por culminar en un centro o Museo de la Ciudad y vendrá a reforzar la Plaza Vieja “como referente turístico y comercial”. Así lo entiende el concejal de Obras Públicas, Manuel Guzmán, que apuesta por trabajar para que la Plaza Vieja sea atrayente y complete los servicios que la Oficina Municipal de Turismo y los locales de hostelería ya ofrecen a vecinos y turistas.
Atalaya de la ciudad
Tal y como apunta el concejal responsable del Plan Urban, en el que queda enmarcado este proyecto, el futuro Centro de Interpretación Patrimonial no sólo pondrá en valor diferentes elementos etnográficos e históricos de la ciudad, sino que, además será “atalaya” desde cuya terraza poder contemplar algunos de los puntos más emblemáticos de la ciudad.
A través de una especie de grandes ojos, los visitantes podrán ver, como si estuvieran integrados dentro del Museo, espacios tan significativos de la capital como la Casa de las Mariposas, la Alcazaba, el cerro de San Cristóbal o el Puerto.