La Armada aborta un alijo de hachís junto a la Isla de Alborán

Atravesar el Mar de Alborán con un alijo de hachís se ha convertido en un reto más allá de las habilidades puramente vinculadas a la navegación. El alto trasiego de mercantes, la presencia de los agentes de la Agencia Europea de Fronteras (Frontex), el rastreo de Vigilancia Aduanera y los radares del SIVE que coordina la Guardia Civil convierten esta franja marítima en una trampa para los traficantes lanzados desde el norte de Marruecos.
A todos estos recursos de protección se unen también los buques de la Armada Española, con rutas frecuentes en las costas de Almería. La tarde del jueves, precisamente una patrullera militar  abortó un alijo de hachís tras detectar una embarcación sospechosa a pocas millas de la Isla de Alborán, administrativamente dependiente de Almería, según informó el Ministerio de Defensa.
“El patrullero de altura de la Armada ‘Infanta Elena’, que se encontraba realizando vigilancia marítima, avistó una embarcación tipo planeadora que sospechosamente, al percatarse de la presencia del patrullero, varió su rumbo y emprendió una huida de la zona a gran velocidad”, indicó Defensa.
El buque dio inmediato aviso a las autoridades policiales y tanto la Guardia Civil como Aduanas comenzaron a rastrear la costa en busca de la lancha semirrígida. Sus ocupantes comenzaron a lanzar los fardos al mar para aligerar peso y huyeron a gran velocidad hacia España.
Incautación
Según confirmó el Ministerio de Defensa, la embarcación fue finalmente interceptada frente a las playas malagueñas, aunque no hay aún certeza del destino final elegido para el desembarco de la droga.
Además, el ‘Infanta Elena’ realizó un trabajo de recuperación de los fardos lanzados al agua durante la fuga y consiguió decomisar siete garrafas de combustible vacías y19 paquetes de droga, unos 600 kilos de hachís. La Guardia Civil se hizo cargo del material incautado en las proximidades de Motril (Granada).