Proyecto Hombre sobrevive a los recortes y atiende a 500 personas

Proyecto Hombre sobrevive a los recortes y atiende a 500 personas

Javier Pajarón
21:27 • 23 oct. 2012
Proyecto Hombre sobrevive a los ‘tijeretazos’ de la crisis económica y, con presupuestos más humildes y una dosis extra de solidaridad, presentó ayer los resultados de un año completo de trabajo. La asociación, dedicada a la rehabilitación y reinserción social de toxicómanos en la provincia de Almería, muestra la satisfacción por el éxito de los programas en curso y al mismo tiempo su preocupación por su continuidad en el año 2013. De momento, se han quedado en el camino dos iniciativas de enorme calado como el programa de actuación en el centro penitenciario El Acebuche y el piso de convivencia, éste último especialmente importante en el tratamiento de algunos perfiles de sus usuarios.

Con todo, Proyecto Hombre se centra “en el momento actual”, como explica su responsable, Ana Mazón, y no renuncia a una labor social iniciada en 2002 de la mano de la Asociación Alba. Durante 2011, la entidad ha atendido a más de 500 personas en sus distintos recursos y ha reforzado los programas de prevención con talleres, charlas y la escuelas de padres (estudian incorporar a su catálogo las actuaciones en empresas).

Según explican responsables de la asociación, la crisis económica no ha cambiado sustancialmente los perfiles de los usuarios en tratamiento. “Tienen una historia de consumo de cinco a diez años, por lo que el problema es anterior a la crisis económica”, señala Mazón. Además, el 59 por ciento estudia o trabaja, mientras el 41 por ciento restante se encuentra actualmente desempleado pero con antecedentes laborales más o menos recientes.

Más jóvenes

La edad media del toxicómano atendido se reduce hasta la franja de 18 a 25 años. En el ejercicio 2010 se situaba entre los 31 y 40 años, según la memoria de actividades de Proyecto Hombre en Almería. Cada vez son más los jóvenes (y a edades más tempranas) que recurren a servicios especializados contra la adicción. “Son jóvenes de 13 a 21 años, consumidores de hachís y alcohol, con problemas de comportamiento, agresividad, problemas de comunicación en casa, fracaso escolar y desmotivación en general”, indican. “Entre los padres encontramos un denominador común, carecen del rol de educadores, bien por desconocimiento o bien por ausencia de autoridad.

Por sustancias, el cannabis y el alcohol son mayoritarias entre los jóvenes, mientras la cocaína se dispara entre los adultos con casi dos tercios de los usuarios afectados. Además, destaca en el perfil el elevado número de toxicómanos con estudios medio-altos o superiores, la mitad de todos los atendidos por Proyecto Hombre.






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