El absentismo escolar prolongado, primera señal de un menor en riesgo

El absentismo escolar prolongado, primera señal de un menor en riesgo

María Torres
21:38 • 28 oct. 2012

La ausencia prolongada en clase por parte de un menor suele esconder una situación de riesgo. Es la primera ‘voz de alarma’ de aquellos niños que sufren en silencio desatención, malos tratos o abusos sexuales por parte de sus progenitores. A lo largo del último año, 138 menores han sido atendidos en El Ejido por sufrir en primera persona alguno de estos casos.


Según los datos facilitados por el área de Servicios Sociales del Ayuntamiento de El Ejido, desde noviembre de 2011 se han tratado 42 casos donde el absentismo escolar, la falta de higiene o la carencia afectiva han llevado al menor a situarlo en una ‘situación de riesgo moderado’. Este mismo informe registra que una decena de niños ha sido víctima de  maltrato psicológico en su entorno familiar y que 13 han sufrido agresiones físicas. El documento también recoge cuatro casos de abusos sexuales detectados en un año y cinco de maltrato prenatal.


Trabajo con familias
En todos estos casos el absentismo escolar prolongado suele ser el primer detonante. “Detrás del absentismo escolar siempre hay algún problema mayor”, asegura Julia Ibáñez, responsable de Servicios Sociales en el Consistorio ejidense, quien destaca el importante papel de los docentes en la detección de un menor en situación de riesgo.




No obstante, de esta labor se encarga en El Ejido un Equipo de Tratamiento Familiar compuesto por una coordinadora municipal, dos psicólogos, un trabajador social y un educador social. Trabajan a diario con menores de 18 años que normalmente viven en entornos familiares sin estabilidad emocional, laboral o económica, pero también con las familias que pueden haber perdido la tutela de sus hijos. Generalmente son familias desestructuradas, sin ingresos económicos, con un nivel de estudios básico y con problemas relacionados con el alcohol, las drogas o la salud mental.


Consciente de la importancia de mantener al niño en un entorno familiar adecuado, este equipo especializado trabaja “la vuelta” del menor con sus progenitores, ayundando a “reconducir la situación” y propiciando una vida estable en todos los sentidos. “La reunificación familiar se consigue en el 90 por ciento de los casos; de lo contrario, la tutela se deriva a otros familiares o a familias adoptantes”, explican.






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