El valor de la producción de uva de mesa aumenta un 9 por ciento

Con 105 hectáreas de parrales, la misma superficie que el año pasado, la provincia de Almería ha obtenido este año una cosecha de 2.531 toneladas de uva de mesa, lo que representa un 2,14 por ciento más que en 2011, según los datos del Departamento de Estudios y Estadística de la Delegación Territorial de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, a partir de la información aportada por el sector.
Este aumento del peso de la cosecha se debe a que el rendimiento ha sido mayor que el pasado año, con unos 24.100 kilos de uva por hectárea, una mejora achacable a las técnicas de cultivo aplicadas.
El valor total de la cosecha de uva de mesa ha ascendido a casi 884.000 euros, casi un 9 por ciento más que en la campaña anterior, incremento que se explica, en parte por el aumento de la cosecha, y sobre todo, por el comportamiento de los precios, que según destaca el delegado territorial de la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, José Manuel Ortiz, han sido mejores que en la campaña anterior, con una media de 0,35 céntimos, frente a 0,33 conseguidas en el ejercicio de 2011.
Por variedades, el 43 por ciento de la uva de mesa que produce Almería es la Napoleón, con 1,17 millones de kilos. La segunda variedad e la Autum Blak, que supone el 33,1 por ciento, con más de 900.000 kilos. Y en tercer lugar la Red Globe, con un 11 por ciento del total y 277.000 kilos.
El porcentaje de la variedad Ohanes, una de las uvas históricas de la provincia, es sólo del 3,8 por ciento, mientras que de Apirenas (sin hueso) la producción ha sido de casi 36.000 kilos (un 3,3% por ciento del total).
La variedad mejor pagada es la Red Globe, que ha alcanzado un precio medio de 0,58 euros el kilo, mientras que la Apirena se ha pagado a una media de 0,51 euros.
En los últimos años se ha multiplicado la actividad investigadora en torno a este último tipo de uvca, la sin hueso o apirena, ya que se considera que es un producto que presenta mejores índices de demanda en los mercados que el resto. Centros como el del IFAPA o Las Palmerillas de Cajamar trabajan en la identificación de las variedades de apirena que mejor pueden adaptarse a la provincia.