El wash-wash o el arte de falsificar

El wash-wash o el arte de falsificar

Javier Pajarón
20:05 • 12 feb. 2013

Se llama ‘wash-wash’ (en inglés lavar-lavar) y es un sistema de estafa emparentado con el popular timo de la estampita, aunque mucho más elaborado. Se basa en un fraude con billetes tintados con yodo y especialmente en el interés de la víctima por hacer negocio rápido. La Policía Nacional acaba de detectar un intento frustrado precisamente gracias al sentido común de la víctima, un empresario almeriense.



Sucedió en los primeros días del mes de febrero. Una pareja centroafricana (origen frecuente de estafas con billetes falsos, ‘cartas nigerianas’ y otros fraudes) identificada como Jenny S. B. de 46 años y Paul M. F. de 43 contactó con un industrial interesado en vender un barco de pesca de arrastre. El precio, 140.000 euros.



Entre el 1 y el 2 de febrero los presuntos compradores contactaron con el empresario y le contaron una retorciada historia sobre su huida de África con grandes cantidades de dinero ocultas ahora en Suiza. La oferta era sencilla, 140.000 euros por la embarcación y una comisión de 20.000 euros más para financiar  los productos químicos para blanquear, literalmente, los fajos de billetes tintados. Para ello, hicieron un demostración.




Blanquear



La pareja sacó dos billetes completamente ennegrecidos por el yodo. Los colocó sobre una lámina de papel de aluminio, protegiendo el invento del sol, luego frotó ligeramente los billetes tratados con acetileno y sacó a la luz dos dos de curso legal. “Puede llevarlos al banco, son buenos”. ¿Un gran negocio o una estafa?





La víctima dudó rápidamente de oferta tan provechosa y se puso en contacto con el Grupo VI de la Policía Judicial de Almería. Los agentes de la Policía Nacional acordaron una ‘entrega controlada’, donde el fraude quedaría al descubierto. Así se urdió la operación que acabó con el arresto de los sospechosos el pasado 7 de febrero, en la capital.



Jenny S. y Paul M. quedaron en un hotel de la Avenida del Mediterráneo donde la víctima debía esperar con 20.000 euros en efectivo. Ellos llevarían los 40.000 para limpiarlos directamente en la habitación, en condiciones de oscuridad. El plan eran dar el cambiazo a los billetes y llenar los fajos de cartulinas, como aquel timo de las estampitas. Sin embargo, no pudo completarse el wash-wash.





Cuando la pareja se acercaba al hotel los agentes irrumpieron en el lugar y la arrestó. Portaban un maletín lleno de cartulinas negras con la impresión de los valores de billetes de 50,100 y 200. De todo el dinero sólo 500 euros eran auténticos.


Jenny S. tenía también un documento de identidad falso de Francia, aunque no tiene domicilio conocido. Por su parte, Paul M. está irregularmente en España, aunque consta una residencia en Valencia.



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