Los empresarios proponen medidas para combatir el botellón y los ruidos

La Asociación de Comerciantes y Empresarios de Mojácar, ACEM, que preside Karin Schroter, ha mantenido una reunión de trabajo con la alcaldesa de Mojácar, Rosa María Cano, al objeto de abordar dos de los problemas que más preocupan a los empresarios de la localidad. “Por un lado, el botellón, que tantos perjuicios ha causado al colectivo empresarial mojaquero y, por otro lado, el control de horarios y música que permita compatibilizar el ocio y descanso, sin erosionar la actividad de los establecimientos turísticos, de hostelería y restauración”, ha destacado la asociación.

Un encuentro en el que la presidenta de ACEM ha hecho hincapié en el “daño” que el botellón y “los actos incívicos” que éste lleva aparejado provoca a la imagen del municipio, además de “no generar ningún beneficio y sí muchos perjuicios para las empresas, los ciudadanos y los turistas”.

En este marco, los empresarios de Mojácar trasladaron a la alcaldesa una serie de propuestas que persiguen disuadir este tipo de actuaciones. Entre otras, ACEM intensificará su lucha contra el botellón en redes sociales, también elaborará un cartel específico para sus establecimientos advirtiendo de que el botellón está prohibido y prepara junto a sus chiringuitos asociados un programa de eventos deportivos en la zona del parking durante algunos fines de semana en verano para ocupar, con actividades alternativas, la zona más afectada por el botellón.

Además, los empresarios de ACEM incrementarán su vigilancia para no vender alcohol, cubitos, ni vasos de plástico a las personas que no consuman dentro de sus bares o restaurantes y realizará una campaña de difusión general para que ningún establecimiento o comercio venda cubitos o alcohol tras las 21.00 horas.

Peticiones
Los representantes de ACEM han solicitado a la alcaldesa que por parte del Ayuntamiento se intensifiquen los controles contra el botellón a partir de Semana Santa; que haya una señalización permanente advirtiendo en todas las playas de la prohibición y que se incrementen las multas que acaben con el “desagradable espectáculo de orines, botellas, bolsas y basuras en la vía pública y en nuestra playa”.

Los empresarios de Mojácar han mostrado también su preocupación por “el efecto negativo” que una excesiva restricción en el tema de los horarios y la supresión de la música en los establecimientos de hostelería puede causar en la economía de Mojácar y su actividad turística, un sector estratégico para el municipio.