La delagada de Cultura de la Junta de Andalucía en Almería, Isabel Arévalo, cree que el convenio suscrito entre el Ayuntamiento de Níjar y la propiedad del Cortijo del Fraile (Agrícola La Misión), por el que ésta le cede el inmueble al consistorio para que éste se lo ceda a la Junta, no es más que “una triquiñuela” para que sea la Junta de Andalucía la que acometa la rehabilitación del Cortijo, catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC). “Me da que buscan una excusa para no cumplir y para que sea la Junta la que acometa las obras”, dice.
Según Arévalo, además, “lo que han propuesto va a hacer que se dilate aún más en el tiempo” la reforma del Cortijo del Fraile, por la obligada modificación de las Normas Subsidiarias, ya que el acuerdo conlleva para los propietarios en compensación el aprovechamiento urbanístico que le corresponde a la superficie en base a los parámetros de edificabilidad medios establecidos para el municipio en general, tal y como anunció el Ayuntamiento de Níjar en un comunicado el pasado mes de enero.
La Consejería de Cultura ya ha recibido este mismo mes la propuesta con la modificación que plantean las dos partes y en el que plantean que “la Consejería lo ratifique”.
Para Arévalo hay “una dificultad” y es que “independientemente de lo que se haga por parte de la Junta, se va a dilatar en el tiempo la actuación sobre el edificio”. La delegada recuerda que “el propietario debe cumplir con las sanciones impuestas y el ayuntamiento de Níjar con el auto de un juez, para que cumpla con su parte en lo tocante a la conservación”. “Lo primero que tienen que hacer las dos partes es cumplir, pues las sanciones ya se han comunicado y también al ayuntamiento por parte del juzgado”.
Intereses urbanísticos
Isabel Arévalo va incluso más allá en su interpretación de la “triquiñuela”. Afirma que el acuerdo suscrito entre ayuntamiento y propiedad “suena a normas subsidiarias y a intereses urbanísticos” y recuerda que la Junta no ha participado en ningún momento en la negociación.
Para la delegada, la situación es de “preocupación por la actitud de la propiedad y el ayuntamiento” y por los “intereses urbanísticos alrededor del paraje”.
Apunta que la Junta no puede intervenir “más allá de la sanción” porque no es la propietaria del edificio. “No tenemos la propiedad ni la vamos a tener en años”, asegura.
Según estima, la modificación que plantean las partes de las normas subsidiarias de planeamiento urbanístico en el entorno del Cortijo del Fraile “puede llevar un par de años”.
Por su parte, el alcalde de Níjar, Antonio Jesús Rodríguez, ha negado que el acuerdo alcanzado con Agrícola la Misión sea “una encerrona” y considera que el hecho de no haber contado con la Junta de Andalucía en ningún momento en la negociación no es “falta de cortesía”, sino que se debe a que es una cuestión exclusivamente municipal.
Sea como fuere y tal y como están las cosas, queda aún lejos la rehabilitación del Cortijo del Fraile, a pesar de que hay una orden judicial instando al ayuntamiento a actuar con urgencia para conservar el edificio.
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