Condenados por alijar 8.300 kilos de hachís en un pesquero en 2006

La Guardia Civil cerró a mediados de 2007 la mayor actuación de la década contra las redes de tráfico de hachís asentadas en la provincia de Almería. La denominada Operación Mamola acabó con 20 toneladas de droga intervenidas y 39 detenidos, entre ellos tres agentes de la propia Benemérita presuntamente vinculados a la red.
El caso llegó poco a poco a los tribunales en piezas separadas, de acuerdo a las tres grandes fases desarrolladas durante la investigación. Ahora, la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo (TS) ha revisado las responsabilidades en una de ellas, la llamada por la Guardia Civil como Red Malagueta, y deja las condenas en cinco años y nueve meses de prisión para cada uno de los seis detenidos.

Su delito fue alijar 8.300 kilos de hachís en el muelle de Levante del puerto deportivo de Almerimar, en El Ejido. Sucedió en julio de 2006. La Policía Judicial de la Guardia Civil seguía los pasos a una organización dedicada a recoger grandes cargamentos de droga en el Mar de Alborán.

Según las pesquisas, traficantes desde el norte de Marruecos partían en buques nodriza encargados del reparto. Los pesqueros españoles esperaban en alta mar a recibir los lotes y transportaban los fardos hasta la costa, donde un tercer equipo se ocupaba del transporte en camiones (preferentemente).

Según el relato del Supremo, los seis detenidos urdieron un plan para introducir 8,3 toneladas (dos alijos de 7 y 1,3 toneladas aproximadamente). Para ello requerían un buque de grandes dimensiones. Usaron un pesquero con base en Carboneras, aunque el desembarco debía hacerse en Almerimar, según el plan.

El 13 de julio de 2006, el barco partió “con la línea flotante alta, indicadora de que iba descargada”, según la sentencia. Unas horas más tarde, entró en el puerto deportivo” con la línea de flotación hundida, indicativa del peso de la carga que portaba”. En el registro posterior se hallaron 275 fardos de arpillera ocultos en las bodegas.

El Alto Tribunal condena a los detenidos por tráfico de droga, aunque modifica las responsabilidades civiles. Esta fase sería la primera de otras dos grandes operaciones, culminadas en mayo de 2007. Los narcos mantenían los contactos con los buques nodriza más allá del alcance de los radares del Sistema Integral de Vigilancia Exterior (SIVE), por aquellas fechas recién estrenado.