Javier Barranco es un maestro almeriense de 21 años con una peculiar afición: borda de forma artesanal. Si hace unos días conocíamos el bordado industrial que se hace en Almería, es necesario que también se sepa que en nuestra ciudad también se hace otro tipo de bordado, el artesanal.
En 2008, la hermandad del Silencio planteó la restauración de su simpecado y algunos jóvenes de la hermandad aprendieron de Miguel Ángel Plaza las técnicas básicas para recortar y pasar un bordado de una tela a otra. Ese fue el comienzo de Javi Barranco en el bordado. Tras la Semana Santa de 2008, el grupo joven de la hermandad quiso hacer un banderín y Miguel Ángel Plaza, de nuevo, les enseñó técnicas básicas de bordado.
Después de unos inicios claramente ligados a la hermandad del Silencio, Miguel Ángel y Javi crearon el taller de bordado ‘Virgen del Consuelo’, desde el cual trabajan para otras hermandades. De este taller han salido los escapularios de la hermandad de la Virgen del Carmen de las Huertas, el banderín de la hermandad del Rocío o el guion franciscano que la hermandad de Silencio estrenó el pasado Jueves Santo.
Actualmente, Javier está ampliando conocimientos para adquirir más experiencia en el bordado artesanal. Hasta llegar al bordado final que se ve en la calle hay que seguir una serie de pasos que hacen del arte del bordado un proceso muy complejo: primero se dibuja, se diseña. Aquí es donde Javi afirma “perder la noción del tiempo”. Tras hacer los dibujos hay que sacar las piezas en el material en que se harán, montar el bastidor sobre el que se colocará el tejido en el que se elaborará el bordado para luego trasladarlo al tejido. “Es muy importante estar pendiente de la simetría, para cuadrar el dibujo”, afirma Javi. Por último se limpia bien, se quitan picos y, finalmente, se encola y se confecciona la pieza en sí, enriqueciéndola con flecos o lo que la hermandad haya solicitado.
“El bordado en oro es, básicamente, un hilo amarillo que sujeta hilo de oro, algo que permite dibujar una amplia variedad de formas como mosquetas, puntillas, media onda, cetillo…” cuenta Javi. A día de hoy, él busca y aprende técnicas nuevas a través de Internet, aunque ve el futuro con cierto pesimismo: “No me importaría vivir del taller de bordado, pero lo veo difícil. Sobre todo porque las hermandades se van fuera de Almería a buscar las cosas. Además esto es solo una afición, y hacer algo pequeño supone sacar mucho tiempo libre y, al fin y al cabo, cada uno tiene su trabajo o sus estudios. Por ejemplo, el guion franciscano de Silencio nos ha costado un año entero de trabajo”.
Perfeccionista
Perfeccionista, a Javi no terminan de gustarle sus propios trabajos y considera que tiene que mejorar la calidad de sus bordados. Además, espera que, en el futuro, las hermandades de Almería se dediquen a trabajar el bordado una vez que hayan terminado los procesos de tallado y la adquisición de enseres de orfebrería. “Las hermandades tienen poco dinero y el bordado es un arte muy caro en el que se usan materiales como el hilo de oro o el terciopelo”, dice Javi.
Él es consciente de que tanto Miguel Ángel como él son de las pocas personas que actualmente siguen bordando de forma artesanal en Almería, y afirma que sienten una enorme responsabilidad por ello.
Hablando de sentimientos, nos dice que cuando ve alguno de sus trabajos en la calle siente una satisfacción enorme. De entre todos los trabajos que ya ha hecho, el que más le satisface es el guion franciscano de su hermandad. “Sin ser el mejor diseñado, sí es el que más me enorgullece”, afirma Javi.
Cuando se le pregunta por sus referentes en el mundo del bordado, duda entre docenas de nombres: el maestro sevillano Juan Manuel Rodríguez Ojeda para el dibujo, el taller sevillano de Santa Bárbara para el bordado, o el de Joaquín Salcedo, en Málaga, son algunos de sus ejemplos a seguir en el mundo del bordado artesanal.
Lo que más le gustaría hacer a día de hoy es un simpecado grande y una saya para una Virgen con la que él quede satisfecho. No está lejos de cumplir alguno de sus sueños, ya que tiene entregados algunos dibujos a hermandades de la capital almeriense de los que espera que salgan trabajos de cara a la próxima Semana Santa. Javier Barranco y su taller de bordado ‘Virgen del Consuelo’ son el futuro del bordado artesanal en Almería.
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