Hay actualmente en la provincia 515 menores dentro del sistema de protección de los que, entre el 45 y el 47%, son de procedencia extranjera. En 2012, la Junta decretó a través de la delegación territorial de Salud y Bienestar Social medidas de protección para 111 niños. La cifra supone un descenso de casi el 30% respecto al año anterior.
La reducción de medidas de protección en menores tiene mucho que ver, según los responsables de Bienestar Social, en el trabajo de prevención realizado a través de los Equipos de Tratamiento Familiar. Se trata en todos los casos en los que es posible (en la mayoría) trabajar con la familia y el entorno para que el menor siga arraigado. “La familia sigue siendo el espacio ideal, por cercano, acogedor e íntimo, para el menor en situación de riesgo”, aseguraba ayer el delegado de Salud y Bienestar Social.
Menos estudios que en 2011
Alfredo Valdivia presentó en rueda de prensa el balance del Servicio de Protección de Menores de 2012 cuando el citado servicio inició el estudio de 664 nuevos casos, lo que supone un 20% menos que en 2011. La mayoría de estos casos han sido derivados desde la Fiscalía de Menores (249) o los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado (105). En otras ocasiones, se inicia el estudio de la situación del menor tras la notificación de los servicios sociales, los órganos judiciales, el sistema sanitario, el entorno familiar y vecinal, el ámbito educativo o tras una denuncia ante el Teléfono del Menor. Más de un centenar de esos casos (103) han sido archivados sin apertura de expediente y en 131 ocasiones se han derivado las diligencias a otras instituciones, para su estudio o gestión.
En todos estos casos, se busca mejorar su entorno antes que proponer otras fórmulas. Por eso se prima siempre el acogimiento familiar, bien de urgencia o permanente, y también la adopción. Valdivia ha aprovechado la rueda de prensa para animar a los almerienses a abrir sus hogares de forma temporal a estos niños. En 2012, 276 menores fueron integrados en familias de acogida.
Y es que la idea es promover en aquellos casos en los que sea posible, la reunificación familiar de los menores.
El acogimiento familiar
Cuando se decreta el desamparo de un menor, éste pasa a ser atendido a través de los distintos sistemas de acogimiento familiar y residencial. El acogimiento familiar es una medida complementaria y no tiene como objetivo la sustitución de la familia de origen del menor, como ocurren en el caso de la adopción. Para hacerla posible es imprescindible el compromiso social, la voluntariedad, colaboración, altruismo y solidaridad de las familias acogedoras.
Este acogimiento presenta diversas modalidades en función del núcleo en el que se produce, puede ser acogimiento en familia extensa o en familia ajena. También varía en función de la duración y las necesidades del menor.
Cuando no es posible el acogimiento familiar, los menores bajo tutela de la administración son atendidos en centros residenciales. Son 28 en Almería y a 31 de diciembre eran 304 los menores que se encontraban en alguno de ellos.
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