La reforma no dejará contento a nadie “excepto a los enclaves amnistiados”

Junto al pueblo de San Juan de los Terreros, en Pulpí, Carboneras es el otro municipio almeriense que cuenta con miembros de la Plataforma Nacional de Afectados por la Ley de Costas. su representante, Juan García, cree que las enmiendas que está incluyendo el PP durante el trámite parlamentario del Proyecto de Ley, “no van a dejar contento a nadie, excepto a los enclaves amnistiados”.

Es más, para García, la futura ley dará salida a chiringuitos y negocios, pero no a propietarios particulares, como aproximadamente el centenar que él representa. “Lo cierto es que esperábamos algo diferente porque la actual es rígida, obsoleta e injusta”. Los afectados, reconocen que al principio tuvieron expectativas, “pero luego vimos que no se contó con nosotros y ya comenzamos a dudar”.

“El alma a los pies”
Sin embargo, las esperanzas de todas estas personas, volvieron cuando la Plataforma fue convocada y se escuchó sus argumentos. “Pero cuando vimos el borrador, se nos cayó el alma a los pies”, reconoce Juan García.
Pero en el caso de Carbonaras el problema contra el que llevan años luchando es, en sí mismo,  el del deslinde que hizo Costas y que “trazó una línea, de una punta a otra, y nos dejó todo pillado”, es decir, prácticamente todo el frontal costero de Carboneras está incluido en la zona de protección de servidumbre.

El problema, al igual que en el caso de San Juan de los Terreros, es que al estar afectados por esta servidumbre, “a demás de los problemas administrativos cada vez que quieres hacer algo, es la pérdida de valor de tu propiedad”.
La sinrazón de la situación actual de Carboneras la explica García con los ejemplos de la playa de los Cocones  y la del Lancón.

Según el representante de la Plataforma, mientras que en la primera la playa va aumentando de superficie y hay muchos más metros, en la segunda, ocurre lo contrario está disminuyendo la playa”. Sin embargo, en los Cocones, prácticamente todas las casas están sujetas a servidumbre, a pesar del cambio producido en la costa, afirma Juan García, al que, como ejemplo de despropósito menciona su caso, ya que el deslinde le parte su casa por la mitad.
Eso sí, los vecinos no desfallecen y mantiene la pelea contra el deslinde, “ahora mismo, el recurso lo tenemos en el Tribunal Supremo”, concluye Juan García.