Los juzgados tienen programados más de 100 desahucios y 350 embargos en Almería

Las estadísticas judiciales muestran las secuelas de la crisis económica en porcentajes, gráficas y tasas, pero esconden tras las cifras una realidad “desgarradora”.  La Memoria 2012 del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), presentada ayer, pone de manifiesto “su incidencia, cada vez mayor, en personas de carne y hueso con una triste historia detrás (...) plena de desgarradores problemas cotidianos”.

Y si las estadísticas son reflejo de esta situación, la mirada a 2012 es necesariamente negativa. Según el informe del TSJA, en la provincia de Almería se realizaron durante el ejercicio pasado 1.700 desahucios y más de 2.600 embargos. “El incremento en los lanzamientos registrados en 2012 en el Servicio Común es de un 43 por ciento con respecto al año anterior”, explica el documento.

Almería nunca había sufrido una oleada de desahucios de esta dimensión. Desde que la crisis económica asomara en 2007 y 2008, el número de lanzamientos judiciales tramitadas ha crecido año a año.
Además, a la espera del posible efecto de la sentencia del Tribunal de la UE en los desalojos, las perspectivas no son halagüeñas. Los juzgados almerienses tienen programados y pendientes 107 desahucios y más de 350 embargos en la provincia.

Mercado laboral

Lorenzo del Río, presidente del TSJA, asegura que el fallo de la UE sobre las cláusulas abusivas “implicará, sin duda, una reforma importante de la ejecución hipotecaria en el derecho español”. Sin embargo, en consonancia con las valoraciones presentadas por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) en las últimas semanas, señala que las cifras de desahucios “no permiten diferenciar los lanzamientos que se producen en procesos de ejecución hipotecaria sobre vivienda habitual de aquellos otros consecuencia de decisiones que en su momento obedecieron a razones económicas de índole distinta”, por ejemplo, sobre alquileres impagados o en segundos inmuebles. Esa división, clave para entender la dimensión del problema, no existe en ninguna estadística provincial o nacional. 

“Pese a que la tasa de morosidad no ha alcanzado aún en nuestro país cotas muy preocupantes, esa alteración de las circunstancias socio-económicas ha generado un importante drama social para un amplio sector de los más desfavorecidos que han visto incrementadas sus deudas y han perdido su vivienda habitual o se encuentran en serio riesgo de perderla”, añade Del Río.

Por otra parte, el conflicto de la vivienda sólo tiene parangón en la “constante sangría de despidos”. Los juzgados de lo Social de Almería no dan abasto para sacar adelante la oleada de litigios por despido y ya son, tras Sevilla, los que tienen el índice de asuntos pendientes más alto de Andalucía (la pendencia ha crecido dos tercios en un año).
Sucede algo similar en los despidos colectivos y en los concursos de acreedores. En éste último apartado la tasa de casos sin resolver (en cola) ha aumentado un 25 por ciento en la provincia. El TSJA concluye que “se alcanzan cotas que son muy preocupantes”.

Más información en la edición en papel