La vida de Eva Navarro (28 años, Huércal-Overa) cambió para siempre a las nueve de la mañana de un 5 de agosto de 2010. Fue el día en el que vio por última vez a su hija, que por entonces no había cumplido el año de edad. La expareja de Eva, un italiano natural de Sicilia, se la arrebató aprovechando los días de vacaciones que la justicia le otorgó al joven para pasarlos con su hija.
“Cuando vino ya sabía que se la iba a llevar”, cuenta esta huercalense con la entereza que le han otorgado tres años de lucha por recuperar a su hija, que fue trasladada a Italia por el padre. De ella, su hija, sólo le quedan las fotografías de sus primeros meses de vida y fechas como la de su nacimiento. “Un 8 de octubre de 2009” se la llevaron a Italia, recuerda sin titubear, pero poco más. Nunca ha escuchado hablar a Janira, su hija. No sabe si va al colegio o cuál es su apariencia tres años después de la última vez que la tuvo entre sus brazos.
Maltrato y separación
En vías de la separación, el muchacho siciliano que un día se presentó en Huércal-Overa por motivos laborales ya dejó bien claro cuáles eran sus intenciones. Durante una estancia de la pareja en Zaragoza, apareció en la casa que compartían sin la niña y “directamente me pidió el pasaporte”, recapitula Eva. “Como no se lo daba empezó a pegarme fuerte. Cuando cogió el papel los dos tiramos y se rompió. Salí corriendo por las escaleras porque él salió detrás de mí”. La niña estaba en casa de su exsuegra y le fue devuelta cuando un juez le concedió la custodia. Tras una separación tortuosa y de vuelta a Huércal-Overa, llegó la fatídica mañana de agosto de 2010 y hoy sigue sin ver a su hija. “La familia de él me dijo que le echara fotos porque se la iban a llevar”.
Eva ha llevado su caso ante la justicia española, italiana, el Defensor del Menor... Y le han dado la razón. Pero el camino por ver de nuevo a su hija no ha acabado aún. Ahora debe pasar un tiempo en Sicilia viendo a la menor periódicamente en un proceso de adaptación, antes de que la justicia italiana le deje volver.
No tiene miedo, a pesar de que no sabe a lo que se puede enfrentar al otro lado del Mediterráneo. “Temo por mi vida”, llega a asegurar esta madre coraje que se desplazará a Italia acompañada por un familiar. Ahora necesita el dinero para su estancia mientras dure el proceso de adaptación de la menor. Las muestras de solidaridad han comenzado a llegar en los últimos días por parte de los vecinos. Eva no las tiene todas consigo pero, si se hace justicia, pronto podrá estar junto a la hija que le quitaron de los brazos y nunca ha visto andar.
Fiesta solidaria por la vuelta de Janira
A partir de hoy y hasta este domingo, todas aquellas personas que quieran colaborar con Eva Navarro lo podrán hacer acudiendo a una carpa en la que se podrán degustar varias tapas y bebidas. La fiesta benéfica tendrá lugar en en el barrio de la Era de Huércal-Overa y estará abierta viernes, sábado y domingo. Todo el dinero recaudado será destinado a hacer posible la estancia de Eva en Italia, requisito indispensable impuesto por la justicia italiana si quiere volver a ver a su hija tres años después. La familia de esta joven huercalense está ayudando en todo lo posible a la preparación de este evento y hace un llamamiento a todos los vecinos para que colaboren con su causa. Numerosas muestras de solidaridad han llegado en los últimos días hasta la casa de Eva. Incluso desde ciudades cercanas como Lorca. Después de escuchar el caso en la Cadena SER, una psicóloga lorquina ha contactado con Eva para ofrecer sus servicios de forma gratuita a la niña y a la madre en caso de que fuese necesario.
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