La pizarra unifica un pueblo que busca ser conjunto histórico

“Si algo sorprende cuando se visita por primera vez poblaciones como Senés, Castro de Filabres, Velefique, Olula de Castro y otros pueblos situados en la zona occidental de los Filabres, son las construcciones de pizarra. Es como si nos hubiésemos trasladado a zonas que nada tienen que ver con el sur de España y con Almería y que sí tienen que ver con zonas de la cordillera Cantábrica y Pirenaica”. Estas palabras que el arquitecto José Luis Tortosa recoge en su interesante blog Cal y arena sirven de resumen de lo que, entre otras cosas, estos pueblos pueden ofrecer.

Para potenciar el papel que la arquitectura tradicional basada en la pizarra tiene y, sobre todo, puede tener, el Ayuntamiento de Castro de Filabres ha aprobado una ordenanza que persigue “conservar la tipología y morfología tradicional del municipio y su estética general, así como el mantenimiento y la mejora de los valores del paisaje urbano y rural”.

Construcciones gallegas
Su alcalde, Francisco Martínez Sola, explica que “a partir de los  años 70 comienza la emigración y se abandona la forma tradicional de construcción, heredada de la colonización por gallegos tras la Reconquista, que trajeron su forma de hacer”.
Martínez sola reconoce que ha habido años “en los que cada uno hacía lo que quería, uno ponía teja roja, otros azoteas, etc., Ahora queremos enseñar a trabajar con la pizarra y recuperar una imagen propia de este pueblo y de los de la zona”.

El alcalde de Castro de Filabres se refiere a la intención de Senés, Velefique, Olula de Castro y su propio pueblo de convertirse en Conjunto Histórico del Paisaje Cultural en la Sierra de los Filabres, una denominación en la que la Junta ya está trabajando.

“La pizarra es un lujo, pero difícil de extraer y trabajar”, señala el alcalde, por eso, han comenzado con edificios municipales como el centro de interpretación.