Los tiempos en los que los agricultores de la provincia levantaban sus plantaciones a mediados del mes de junio y ya no volvían al tajo hasta agosto han quedado definitivamente atrás. El campo almeriense ya no se toma vacaciones en verano y el ciclo de cosechas prácticamente ha quedado cerrado y el suministro no se interrumpe a lo largo de todo el año,
Y con los agricultores las empresas comercializadoras: alhóndigas y cooperativas mantienen sus puertas abiertas también en los meses de julio y agosto. Los compromisos con los clientes españoles y europeos se mantienen para que no falten las hortalizas en ninguna época del año.
Esto ha tenido un reflejo evidente en el empleo que genera el sector, cerca de cien mil personas entre empleos directos, indirectos o en sectores auxiliares que ahora han de planificar sus vacaciones a lo largo de las campañas porque en verano sigue habiendo faena.
Baja el ritmo Sólo en el mes de julio se produce un descenso notable en el empleo vinculado con el manipulado, situación que también se produce en agosto porque, a pesar de todo, el ritmo de producción sigue siendo menor que durante el resto de la campaña en el sector hortofrutícola almeriense.
Las organizaciones agrarias explican que en muchos casos ese afán productor responde a la demanda de las comercializadoras que piden a sus socios que mantengan la producción para atender sus demandas durante los meses de verano.
Eso y que para muchos agricultores estos meses, cuando el año viene bien de precios, son una oportunidad para sanear sus economías, lastradas en los últimos años por un incremento de costes que no han compensado por la vía de los precios.
Mejores estructuras En este cambio cultural ha tenido una importancia capital la modernización de las estructuras de los invernaderos; los nuevos invernaderos permiten un control del clima mucho más flexible que el antiguo ‘tipo parral’, de forma que es posible evitar las temperaturas sofocantes y poco apropiadas para los cultivos de los meses más calurosos del año.
Ese control del clima ha permitido estirar las campañas y al tiempo compensar los malos resultados que suelen producirse en los meses del otoño, cuando las exportaciones de Marruecos son más agresivas y compiten con las almerienses en los mercados. Marruecos no produce en verano debido a las elevadas temperaturas y a la presencia de plagas y eso hace que Almería pueda ser competitiva en esos meses.
Los primeros intentos por cerrar el ciclo productivo los doce meses del año incluyeron los cultivos en zonas del interior, tanto en la provincia como en zonas próximas como la de Baza, “pero los altos costes lo hacían difícil, así que produciendo en invernaderos avanzados obtenemos mejores resultados”, explica el presidente provincial de Asaja, Francisco Vargas, que considera que producir también en verano es “una manera de cuadrar las cuentas si la campaña de invierno o de primavera no ha ido bien.
Andrés Góngora, secretario provincial de Coag, asegura que en la actualidad hay agricultores que siembran en mayo para disponer de producción suficiente en los meses de verano. Muchos de ellos arrancarán los cultivos al llegar el mes de septiembre o de octubre para realizar nuevas siembras.
Las empresas priorizan los contratos de suministro
Doce meses al año y siete días a la semana. Ese es el compromiso adquirido por buena parte de las firmas comercializadoras de hortalizas que operan en la provincia. Y lo hacen sacrificando aquella costumbre de cerrar sus puertas en los meses de mayor calor, una costumbre que ha quedado destarrada.
Grupos como Agrupaejido, Agroponiente, Alhóndiga La Unión, Cooperativa Agrícola San Isidro o Única Group tienen acuerdos firmados con los principales grupos europeos y españoles de la distibución y no están dispuestos a romper sus compromisos.
Ese compromiso consiste en garantizar que el cliente no tendrá que buscarse en verano otros suministradores diferentes a los que tiene todo el año. Primero por la propia comodidad de las operaciones comerciales y la gestión del negocio, y en segundo lugar porque a los almerienses tampoco les interesa que esto ocurra. José Martínez Portero, presidente de Única Group (que reúne a seis empresas comercializadoras) considera importante “no desconectarse de nuesros clientes durante todo el año, porque la competencia aprieta y si fallas puedes quedarte sin cliente a la vuelta del verano. Por eso es tan importante fidelizar a nuestros clientes dándoles servicio durante todo el año”.
Ese alto nivel de exigencia es aceptado por las empresas de Almería que consideran un reto mantener en verano el mismo nivel de servicio y de calidad que durante el resto de meses del año.
Ese suministro permanente forma parte de los acuerdos que las comercializadoras suscriben con sus clientes de la gran distribución, contratos en los que ya se garantiza la disponibilidad del género durante todos los meses del año.
Martínez Portero afirma que en cada zona se están cultivando y vendiendo las hortalizas que mejor resultado ofrecen, “en el Poniente más berenjena, pimiento, calabación o pepino y en la Vega de Almería o Níjar más tomate”. En lo que coinciden la mayoría es que este verano los precios se están manteniendo en niveles más que aceptables
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