Los cambios en Surbús obtienen el aprobado

La modificación de las líneas 1, 7 y 30 de autobús urbano contaron ayer lunes con el aprobado de los usuarios. “Con normalidad y sin incidencias significativas”. Así transcurrió la jornada de cambios en Surbús y así lo apuntó la concejal responsable de Movilidad en el Ayuntamiento de Almería.
María Muñiz reconoció que una obra, “ajena al Ayuntamiento y a Surbús”, obligó a una pequeña modificación en el recorrido de la línea 1, la que conecta el centro de la capital con la Alcazaba.
Las otras dos líneas, la 30, que ya llega otra vez hasta el campus de la Universidad de Almería (UAL) y la 7, que inició el domingo su incursión en el barrio de la Vega de Acá recogieron usuarios en las nuevas paradas establecidas.
La línea que más ha notado el cambio es la 7, que desde la calle Árbol de la Seda a Piedras Redondas, ha incluido nuevas paradas en la avenida Vega de Acá, Antonio Muñoz Molina y Regaliz. Con una demora de cinco minutos, los mismos que regulaba el conductor en la parada de Árbol de la Seda, ha sido lo único que han notado los viajeros.

Línea circular Las salidas ya no quedan reguladas en un único punto, sino que la línea ha pasado a ser circular, lo que obliga a un pequeño cambio en los  horarios de salida de las distintas paradas. Claro que, según los conductores de la citada línea, la frecuencia se mantiene, es decir, que por las mañanas el vehículo pasa cada veinte minutos y por las tardes (a partir de las 15 horas) lo hace cada treinta minutos.

Incursión en la Vega Acercar el servicio de transporte público a los vecinos de la Vega de Acá y también a la residencia de La Misericordia es uno de los objetivos que se había marcado el área de Movilidad del Ayuntamiento.
El cambio ha gustado a los vecinos de este barrio que ayer daban respuesta positiva a la ampliación del recorrido. En el autobús que salió a las 9.20 horas desde el Árbol de la Seda, se montaron más de diez personas entre esta parada y Cortijo Grande.
Muchos de estos usuarios eran padres y madres de familia con niños pequeños que comenzaban el curso en guarderías y querían conocer el nuevo trayecto. Otros, los trabajadores que ya tenían “cogido el tranquillo” al autobús, probaban si el cambio les suponía o no una gran demora. Apenas cinco minutos largos, reconocieron.

Con demora No obstante, alguno hubo que se quejó de que no llegaba a tiempo y ya sabe que deberá coger el autobús antes de tiempo o acercarse a otra parada.
Eso sí, tanto a la ida como a la vuelta, las paradas que, de momento, no tuvieron usuarios, según los conductores consultados, fueron las más próximas al recinto ferial y la carretera de acceso al Club Natación.