Llega a Garrucha uno de los buque más grandes que ha anclado en la provincia

En su vientre habitan veinte marineros asiáticos que comen arroz todos los días y un capitán ruso que fuma en pipa como siempre ha sido. Porta bandera azulete y amarilla de Bahamas, su propietario es un jubilado noruego pero la gestión corresponde a una compañía canadiense que empezó operando barcos en el río San Lorenzo en 1845, cuando aún quedaban indios en la Grandes Llanuras norteamericanas.
Durante dos días ha recalado en el Puerto comercial de Garrucha, frente a la chimenea de San Jacinto, el CSL Metis, el segundo mayor barco que que ha fondeado en este Puerto (tras su hermano gemelo el Baldock que fondeó en Garrucha en 2008) y el mayor de los que han anclado en el Puerto de Almería donde recaló hace unas fechas.

Los gemelos El CSL (Canadian Steamship Line) disfruta de 230 metros de eslora, 32 de manga y tiene una capacidad de 43.000 toneladas de carga. El Baldock sobrepasa los 248 metros y es capaz de transportar 46.000 toneladas.
El CSL fue construido en 1981 y suele cargar coque en Estados Unidos con destino a Europa y de vuelta transportar yeso al continente americano.
En el caso de su escala en Garrucha, ha cargado 43.000 toneladas de yeso de las canteras de los franceses de Saint Gobain en Sorbas con destino a cementeras norteamericanas y para la construcción de paneles residenciales.
Este descomunal buque cuenta con un calado de algo más de 13 metros y entra dentro de la clase Panamax que permite la manga justa para atravesar el Canal de Panamá y es autodescargable.
La singladura de este tipo de barcos graneleros, de continente a continente, suele durar una semana y la tripulación, encargados de navegación y mantenimiento suelen hacer turnos de trabajo de cuatro o cinco meses antes del periodo de descanso.
En Carboneras, en el puerto de Endesa han atracado buqques carboneros de mayores dimensiones de hasta 290 metros de eslora.

Tradición Garrucha y Almería capital han tenido a lo largo de su historia una gran tradición de carga portuaria, sobre todo porque el transporte terrestre era más dificultoso sobre todo hasta mediados del siglo pasado.De finales del XIX datan aquellos faluchos que llegaban a ambos puertos para cargar naranja, uva o mineral, antes incluso de que estuvieran finalizados los puertos.
En el caso de Garrucha, se distinguió sobre todo por la gran cantidad de plata, hierro y plomo de las minas de Almagrera y Bédar en compañías como las de Chávarru Lecoq. En el caso de la capita, el tránsito marítimo estuvo marcado por el transporte de  barriles de uva que llegaban de pueblos del interior como Ohanes, Berja o Instinción.
Desde hace más de tres décadas la principal actividad mercantil de ambos puertos pasa por la carga de graneles de yeso de Sorbas y en Carboneras el carbón y el cemento.