Una plaza para Wim Kuipers, impulsor del patrimonio y la historia ejidense

Este holandés recibe el homenaje del municipio al que está unido desde los años 60

El homenajeado en el centro
El homenajeado en el centro
Mª Carmen Cerezuela
01:00 • 13 sept. 2014

“Un pueblo que desconoce su historia es un pueblo que pierde parte de su memoria”, afirma Wim Kuipers, un hombre que ha dedicado parte de su vida a recuperar el patrimonio histórico de El Ejido. Podría llamarse el coleccionista de la historia de El Ejido, ya que durante 40 años se ha dedicado con afán a ello y gracias a su afición, el municipio cuenta hoy con gran cantidad de fotografías, obras y manuscritos antiguos.
Debido a su trabajo y a sus donaciones desinteresadas al Ayuntamiento, el municipio cuenta hoy con fotografías antiguas del Castillo de Guardias  Viejas y del balneario, retratos aéreos de la zona, libros sobre las termas romanas, libros de registros, libros antiguos de médicos e incluso escrituras con más de 200 años.

Legado A Kuipers le ha costado décadas, mucho esfuerzo y kilómetros con su coche recopilar toda esta dote. “En una ocasión tuve que conducir diez horas  para llegar a un pueblo y conseguir un libro, el único que quedaba y que había escrito un intelectual sobre la Alpujarra”, recuerda. Este holandés de 73 años, llegó hace cerca de medio siglo a la provincia de Almería y quedó fascinado por su encanto y belleza. Ha recopilado durante décadas la cultura ejidense únicamente por pasión, ya que no es ni arqueólogo, ni historiador. Licenciado en Dirección de Hoteles ha dirigido diversos establecimientos en la Costa del Sol y en Almería y se ha dedicado al sector inmobiliario.
Wim Kuipers llegó a Almería a finales de la década de los 60 y trabajó como asesor en un restaurante móvil que servía comida a los actores en el desierto de Tabernas. Así fue como empezó su idilio con la provincia de Almería. “Me quedé fascinado, vi que era una tierra completamente diferente”, recuerda.

Sus inicios Un par de años más tarde y tras abrir una inmobiliaria en Aguadulce, llegó a El Ejido y a Guardias Viejas, donde realizó algunas inversiones. Así fue como empezó a coleccionar todo lo que tenía que ver con el patrimonio histórico del municipio.  “Pensé que si no lo hacía yo, se perderían las cosas”.
Esta actividad le ha llevado un gran esfuerzo, horas de conducción, ya que el reside en Málaga y buena dosis de paciencia e investigación. Por eso y porque conoce la importancia de conocer la historia de un pueblo expresa su deseo de que “todas las personas que tengan en su poder piezas históricas las donen al museo de su pueblo o bien que las subasten, en el caso de que tengan menos recursos”.
Así el Ayuntamiento de El Ejido ha decidido reconocer toda la labor de Kuipers como embajador del patrimonio cultural del municipio. Este holandés destapó ayer una placa que da su nombre a una plaza en la Urbanización Paraíso al Mar de Guardias Viejas. “Estoy muy agradecido, aunque el trabajo que he hecho no ha sido nunca con la idea de que me pusieran una plaza”, reconoce.
En cuanto al futuro de Almerimar, pronostica lo mejor. “Tiene un mañana muy grande, espléndido”. Además, hace ocho años que Kuipers no venía a El Ejido y ayer se quedó  sorprendido del gran cambio que ha sufrido.











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