Juan Manuel Taboada Martinez, nacido y criado en el Zapillo, saltó a las noticias la semana pasada por respaldar desde su profesión de veterinario la denuncia judicial contra la agresión mortal del perro de un anciano en Cuevas. Trabajó en Inglaterra del 2001 al 2006 y en 2006 abrió junto a su pareja, el Centro Veravet.
¿Ha sido ésta su primera colaboración profesional judicial en un tema de maltrato animal?
No, anteriormente he participado junto al Seprona y otras instituciones en temas de bienestar animal. No he testificado aún, pero tendré que hacerlo pronto.
¿Cuáles son los maltratos más habituales que había visto antes?
He visto bastantes casos, los más comunes son los relacionados con el abandono, mutilaciones de orejas y rabo a tijera, envenenamiento y abrasiones con productos químicos. He visto a un perro totalmente quemado porque su dueño le dio un baño con azufre para desparasitarlo, he asistido a perros arrojados desde coches y también es frecuente encontrar camadas enteras arrojadas al contenedor. Desafortunadamente he tenido que ver tantos maltratos que no cabrían en una sola entrevista.
¿Cree usted que hay un perfil tipo de maltratador de animales?
El maltrato animal está muy unido a las malas costumbres sociales y a la incultura. La gran mayoría de maltratadores que he conocido no tenían la consciencia de estar haciendo nada malo, tan sólo repetían lo que siempre habían visto hacer. Ahogar cachorros, atar perros a cadenas de por vida o abandonar al perro que ya no es útil es algo que en determinados estratos sociales aún no está condenado. Luego hay un pequeño número de personas que disfrutan haciendo daño al animal, son personas de perfil sádico y agresivas en todos los aspectos de su vida.
¿Qué piensa usted del concepto “mascota”?
Personalmente prefiero el término animales. Mascota me parece un eufemismo que se usa para refinar el hecho de vivir con un animal en casa. No me gusta la gente que se compra al Chihuahua por ser la mascota de moda , y se dedica a disfrazarlo y perfumarlo todo el día para pasearlo en un bolso.
¿No viven los veterinarios en cierto sentido de los animales domésticos?
Nosotros somos médicos de animales, aplicamos la medicina para curar y aliviar el dolor, a veces la gente no es consciente que equipar una clínica es carísimo y por eso no puede cobrar lo mismo el veterinario que tiene una clínica que el que va por los cortijos vacunando las cabras. El servicio veterinario no es barato, pero los veterinarios son de los profesionales que menos ganan porque los costes son muy altos.
¿Si le llega a su clínica un animal exótico prohibido denunciaría a su “dueño”?
Si es un animal protegido y en peligro de extinción no lo dudaría. Una vez nos trajeron un león de 5 meses, hablé con mucha gente y ofrecimos 6000€ a la gente del circo que lo trajo pero no aceptaron la oferta, queríamos mandarlo a un zoo donde tuviese más espacio. Es increíble que aun haya animales salvajes enjaulados por nuestro territorio…En el levante hay mucha gente que tiene tortugas moras en sus terrenos.
¿Se puede perder el sentido de la realidad con un animal doméstico?
Hay personas que humanizan a su animal de tal manera que acaban haciendo infelices a sus perros o gatos porque los despojan de su identidad.
Pero aún es más común encontrar a personas, sobre todo mayores, que jamás habían tenido un perro y descubren un nuevo mundo que les cambia la vida para mejor. Se sorprenden por los sentimientos que tienen los animales, celos, cariño, curiosidad, miedo, amor, hasta que no convives con ellos no entiendes lo increíbles que son.
¿Qué opina del caso del perro Excálibur en el caso del Ébola?
Me da mucha pena que se haya tomado esa decisión, creo que lo coherente hubiera sido aislarlo y estudiar el ciclo del virus en los cánidos, además de salvar su vida, podría haber ayudado a salvar la vida de personas con su suero si finalmente tenía la enfermedad. Ha sido una cruel chapuza. Ha sido muy mediático y ha habido gran movilización ciudadana y de grupos animalistas, esto hubiera sido impensable en los años 80 cuando yo era un niño.
¿Hay posturas radicales y extremas en el animalismo o no?
Sin duda, como en todo movimiento social. Hay muchos casos de personas que recogen animales abandonados pero olvidan que hay que alimentarlos bien y vacunarlos, al final se juntan con 30 o 40 perros o gatos que acaban muriendo por virus, parásitos y falta de atención veterinaria. Pero en general el animalismo es un movimiento de gente sensible cuyo único objetivo es que se respete la vida y la dignidad de cualquier ser vivo. A veces hay que ser radical para cambiar las cosas, gritar, reunirse y hacerse oír como han hecho los animalistas en el caso del toro de la Vega. En el futuro no se les recordará como radicales.
¿Aceptaría si le quisieran contratar en una plaza de toros o una potente industria cárnica?
Nunca, soy veterinario de vocación. Cuando llegué a Inglaterra sin experiencia y con un inglés básico trabaje unos meses en la industria cárnica pero no lo soportaba y lo dejé. Estudiar 5 años para salvar vidas animales y acabar siendo parte de la cadena de matanza tiene poco sentido.
Si de usted dependiera, ¿prohibiría los toros?
Sin duda alguna. Un país cuya fiesta nacional es matar a un toro no puede avanzar mucho en derechos de los animales. Pueden hablar de arte, de costumbres o de los puestos de trabajo( que no son tantos) pero al final se mata a un animal haciéndolo sufrir y eso es éticamente muy reprobable. ¿Cómo le explicas a tu hijo después de ir a los toros que a los animales hay que respetarlos? Es un contrasentido.
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