Un cambio de césped de medio millón, para “reducir gastos”

El Ayuntamiento defiende la obra en el Antonio Peroles, que se encuentra muy deteriorado

La imagen aérea del Antonio Peroles muestra el campo bastante deteriorado.
La imagen aérea del Antonio Peroles muestra el campo bastante deteriorado.
Marta Rubí
20:37 • 02 ene. 2015

El próximo lunes finaliza el plazo de recepción de ofertas para las obras de cambio de césped del estadio municipal Antonio Peroles, de césped natural a artificial. Unas obras que cuentan con un presupuesto de casi medio millón de euros, cuantía que en los últimos meses ha generado debate en los plenos municipales sobre si es necesario, y oportuno, ejecutar el cambio.




Desde el Equipo de Gobierno se ha defendido tajantemente esta necesidad para atender a los numerosos equipos de las Escuelas Municipales de Fútbol, que actualmente llenan todos los horarios de las instalaciones de Las Salinas y Aguadulce. Y es que el Antonio Peroles supone un espacio infrautilizado frente a las necesidades del fútbol base. 




El proyecto redactado afirma además que “el Ayuntamiento desea acondicionar y mejorar sus instalaciones sustituyendo el césped natural que en la actualidad se encuentra deteriorado por césped artificial de última generación, reconvirtiendo así las instalaciones deterioradas por el paso del tiempo y con grandes necesidades de mantenimiento, por otras más modernas que no requieran mantenimiento alguno, o al menos con mucha menos frecuencia, minimizando así los costes de la instalación deportiva”.  




Se justifica así un importante gasto puntual que permitirá reducir los gastos anuales del estadio.




Tendencia en Europa
Los concejales en la oposición consideran sin embargo que la inversión debería realizarse en otras instalaciones, como el campo de Los Bajos, por su ubicación, en el centro de la ciudad. Sin embargo, el proyecto de parque urbano para el espacio de Los Bajos, que sí incluye la construcción de pistas deportivas, contempla la desaparición del campo de fútbol actual después de que a lo largo del concurso se decidiera prescindir de una instalación que condicionaba y limitaba el futuro parque como centro neurálgico de ocio.




Tras el debate de la obra en la comisión informativa, el último pleno ordinario se cerró con la aprobación de la inversión para cambiar el césped del Antonio Peroles, con los votos del Equipo de Gobierno. Los portavoces de la oposición insistieron entonces en que el cambio podría ser contraproducente para el futuro del estadio, ya que impediría albergar competiciones de primer nivel, que se juegan en césped natural.




Sin embargo, fuentes del Área de Deportes recuerdan que la colocación de césped artificial es una tendencia en el fútbol internacional.  Las innovaciones incorporadas por los fabricantes y empresas del sector han permitido desarrollar sistemas sintéticos que ofrecen las propiedades biomecánicas de un césped natural y añaden además beneficios en el mantenimiento de las instalaciones y para el respeto al medio ambiente. En Europa, grandes estadios han optado por lo sintético y ejemplo de ello son el Estadio Olímpico Luzhniki de Moscú, el East End Park, en Dunfermline, Escocia; De Polman Stadium en Almelo, Países Bajos; Eyravallen Estadio en Orebro, Suecia; Denizli Atatürk Stadium de Denizli, Turquía; y el Estadio Wals Siezenheim de Salzburgo, Austria. Todos ellos acogen con normalidad competiciones nacionales e internacionales.





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