Un ejidense muestra Madagascar

Tantara significa historia en Madagascar y eso es lo que van a hacer un grupo de 20 jóvenes de toda España y Andorra, contar diferentes historias de esta isla del sureste de África a través de un documental. Entre este grupo de activos jóvenes se encuentra el ejidense David Crispín, un estudiante de diseño gráfico con unas ganas increíbles de adentrarse en este trabajo. Tantaras, historias de Madagascar es el nombre de este proyecto audiovisual que pretende dar a conocer la cultura de allí a través de distintas historias de superación.  “A Madagascar parece que se la conoce únicamente por su pobreza, el alto índice de explotación infantil o por las dificultades para acceder a una escolarización digna”, explica David Crispín.

Sin embargo, este proyecto, indica, “quiere romper con los tópicos “. La finalidad es mostrar la cultura malgache en todos sus ámbitos, destacando una serie de historias que resaltarán por su afán de superación personal y que servirán de vehículo para transmitir una visión de Madagascar.

Rodando
Ya se ha desplazado hasta África una parte de este grupo, que permanecerá allí durante tres meses. Por su parte, desde distintos puntos de España trabajará el resto del grupo editando y dando forma al material que les envíen desde la isla africana sus compañeros. “Somos un equipo multidisciplinar”, indica, en el que cada uno tendrá una función: búsqueda de las historias, grabación, edición, dieseño gráfico, logos.
El documental estará formado por ocho o diez historias entre las que se contarán temas como la vida de Harris,  un chico con autismo y con la enfermedad de Norris, que afecta al oído y la visión, pero que tiene un talento fuera de lo común para la música, llegando a convertirse en solista en una coral malgache.
Otras de las historias que incluirá este documental serán la denuncia ante la situación de explotación laboral infantil que sufren los niños en las minas de zafiros o el seguimiento del traslado de una manada de cebúes desde la perspectiva de una mujer ganadera y trabajadora, en un sector mayoritariamente ocupado por hombres.

Con futuro
Este grupo de jóvenes se plantean el proyecto como una plataforma de cooperación en la que seguir desarrollándose humana y profesionalmente, aprendiendo unos de otros. “Si este proyecto nos sale bien, queremos seguir trabajando como equipo y continuar con otras ideas”, indica Crispín.
Ya hay varias productoras interesadas en este documental, que podrá visionarse muy pronto.