La historia completa de un desafortunado conflicto

Ante la publicación el  miércoles de un artículo en el que Manolo el Hortelano, de Cuevas del Almanzora, pretendía honrar la memoria de su hijo, tras lo que él denominaba “estafa” hacia el mismo, y en el que se vertía tan sólo la versión de ese dolido padre, La Voz se hace eco de la otra versión en su afán de contrastar ambas versiones y poder aclarar una serie de hechos.  Vaya por delante que el afectado en ese mencionado artículo,  J.A.B.C., es  un padre de familia y un honrado comerciante que se ganaba la vida vendiendo motos.
Este periódico ha podido tener conocimiento, a través de la versión no sólo de la parte afectada, sino también de testigos presenciales de los hechos denunciados, que lo que se tildaba por Manolo El Hortelano como una estafa sufrida por su hijo, no fue sino una contienda civil provocada por el hecho de que, si bien su fallecido hijo, O.C.G., entregó una cantidad de dinero a una tienda de motos de Cuevas para la adquisición de una motocicleta nueva que había que pedir al concesionario, antes de que ésta fuere suministrada, el citado O.C.G. pidió probar otra motocicleta de cilindrada y características superiores de un cliente de la tienda, que en ese momento se encontraba allí para su matriculación, con el desafortunado resultado de sufrir O.C.G. un accidente de circulación que dejó la moto totalmente destrozada.

Dinero  El importe de dicha motocicleta siniestrada, incluso superior al dinero entregado por O.C.G. a la tienda para la adquisición de la suya, tuvo que ser íntegramente abonado por J.A.B.C. a su propietario, ante la negativa de O.C.G. a hacerse cargo de dicho pago, a pesar de su compromiso previo. Y, ante tales circunstancias, el dinero entregado por O.C.G. para la compra de la moto tuvo que ser retenido por el establecimiento para paliar así la pérdida de los 13.500 euros que abonó al propietario con motivo de los daños producidos en el accidente ocasionado.  Desafortunadas, también, fueron las palabras de alusión a una menor, que es la hija del afectado.  Por ello, la familia está convencida de que “un flaco favor ha hecho el mencionado Manolo El Hortelano a la memoria de su hijo con esta información sesgada que facilitó; un flaco favor también a el mismo, si es que tuviese consecuencias jurídico-penales que tales manifestaciones le pueden deparar; un flaco favor ha hecho a J.A.B.C. con esas acusaciones de estafa y con ese pretender dejar entrever unas nefastas consecuencias personales a O.C.G. de las que en nada resulta responsable; y un flaco favor ha hecho a la hija, esposa y resto de familia de esa menor que se cita, con sus inciertas alusiones sobre la misma”.
De esta manera, transmitiendo su perspectiva y relato de estos hechos, se pretende paliar, en la medida de lo posible, los daños morales y económicos que la versión aportada por Manuel haya podido producir al cuevano J.A.B.C. y a toda su familia. Todo ello, como argumentaba la versión del afectado, también para “que lo sepan” y para “que no se repita”.