La Guardia Civil detiene a un vecino escondido en una mesa del ayuntamiento

Un vecino de Zurgena de 45 años quiso aprovechar la festividad del Jueves Santo para entrar en el ayuntamiento de su municipio sin ser visto. Ni corto ni perezoso, se quitó las chanclas que calzaba y las dejó colgadas de las rejas situadas junto a la ventana que forzó para adentrarse en el céntrico edificio zurgenero.

Pero una cosa es que sea día festivo y otra bien distinta es que las alarmas también se vayan de vacaciones. Cosa que, por el desenlace de este suceso, no ocurrió. Los agentes de la Guardia Civil no tardaron en personarse en el lugar después de recibir el aviso de los operadores de la Central Operativa de Servicios (C. O. S. – 062) de la Comandancia de Almería, informándoles de la activación de la alarma en el ayuntamiento de Zurgena.

Prueba de la Cenicienta

Un empleado del Ayuntamiento que también se desplazó hasta su lugar habitual de trabajo fue el encargado de facilitar el acceso a los agentes de la Guardia Civil, que realizaron las comprobaciones oportunas, llevando a cabo “una minuciosa inspección de todas las oficinas una vez en su interior”, según ha informado la Comandancia de Almería.

Como resultado de este reconocimiento, en una de las salas y oculto bajo una mesa de oficina, la Guardia Civil localizó una persona a la que identificaron en el momento, observando los agentes de la Benemérita que se encuentra descalzo. Para comprobar si las chanclas que colgaban de la ventana eran suyas, qué mejor que recurrir a los cuentos clásicos. Los agentes le ofrecieron el calzado hallado colgado de una ventana, resultando ser de su talla. Lo más parecido al cuento de la Cenicienta en versión caco.

En la inspección de las pertenencias que portaba en el momento el detenido, los agentes encontraron cerca de 75 euros, además de un recibo de una asociación, si bien, en una comprobación en profundidad, la Guardia Civil localizó entre su ropa interior un sobre con los logotipos del Ayuntamiento con 234 euros, procediendo  a su detención. Las diligencias junto con el detenido fueron entregadas en el Juzgado de Huércal Overa. Un cuento sin final feliz para el vecino que presuntamente perdió su calzado.