Recuerdos de 1990: el estreno de recinto ferial marcó un hito histórico

Las memorias de la Feria de Almería tienen algunas páginas escritas en letras más grandes que otras. Una de ellos es, sin duda, la que corresponde a 1990, el año en el que el recinto ferial se trasladó desde su ubicación en el puerto, más cercano al cogollo de la ciudad, al construido en la Avenida del Mediterráneo. La sociedad almeriense vivió aquel hito como un acontecimiento histórico siendo consciente de que marcaba un antes y un después en el desarrollo de su Feria, que ahora se planteaba más moderna, mejor ordenada y con una infraestructuras más adecuada. 

El traslado fue el gran protagonista de ese año, y así se dejó sentir en todos los discursos públicos. Desde el saluda del alcalde -por entonces el socialista Santiago Martínez Cabrejas-, al pregonero, el conocido periodista Carlos Herrera, ya por entonces una figura nacional de la radio. Intelectuales, políticos, representantes institucionales, líderes vecinales, dirigentes sindicales, feriantes, y ciudadanos de a pie, se felicitaron por la apertura de las nuevas instalaciones en las que habría de permanecer la Feria casi un cuarto de siglo, hasta la más cercana inauguración del segundo recinto ferial en la historia de la ciudad, el actual ubicado en la Vega de Acá. 

En el año 90 se puso a funcionar un espacio abierto de más de 70.000 metros cuadrados, iluminado con cientos de miles de bombillas, en el que se distribuyeron para la diversión de los almerienses 33 casetas  en módulos de 200 meros cuadrados cada uno (la caseta municipal tenía más de 6.000 metros cuadrados), una superficie diferenciada para las atracciones feriales de niños y otra para las de los mayores, zona de aparcamiento y, como otra gran novedad, dos portadas, dado que al ferial se llegaba tanto desde el sur como desde el norte por el puente de la Avenida Mediterráneo o desde la Carretera Cabo de Gata.  Fue un año de Feria admirable, para recordar. Las maravillosas ferias de la Avenida del Mediterráneo.