1997: La Feria de Mediodía se hizo pronto grande

Desde que se puso en marcha la Feria del Mediodía para animar el centro histórico de la ciudad durante los diez  días de Feria cuando esta se mudó a la Avenida del Mediterráneo, la nueva cita diurna ya prometía convertirse en algo grande. Y así fue. Tanto que, a las muy pocas ediciones, quedó patente que su éxito iría cada vez a más y que el propósito inicial -dar una oportunidad a los negocios hosteleros del centro de no quedarse fuera del ‘agosto’ de la Feria y dinamizar las desiertas y calurosas calles en las horas centrales del día- iba a quedar ampliamente superado. 

En la edición de 1997, el Ayuntamiento, gobernado entonces por el Partido Popular con Juan Megino como alcalde, ya tenía claro que iba a ser necesario buscar un equilibrio entre la Feria del Mediodía y la de la Noche en el recinto ferial, dado que la primera competía con la segunda en afluencia de público. 

En el acto de corte de cinta de los ambigús de ese año 97, Megino reconocía que la Feria del Mediodía superaba “con creces” las expectativas y que la preocupación era “controlarla” para que no se fuera de las manos. 

Hubo en los años siguientes algunas muestras de ese temor que mostraba el entonces alcalde de Almería, y que llevó a las autoridades municipales a tomar cartas en el asunto una década más tarde. En todo caso, la Feria del Mediodía ha seguido creciendo año tras año, mejorando en su formato y planteando una serie competencia a la diversión en el recinto ferial, ahora ubicado en la Vega de Acá. El equilibrio, siempre difícil, entre ambas formas de Feria ha seguido inclinando la balanza hacia la Feria del día, pero la noche sigue resistiendo y ambas ofertas buscan la complementariedad. 

Y por si fuera poco con dos, de unos años hacia acá se ha incorporado una tercera oferta: la conocida como `tardeo`, las copas tras el Mediodía por el centro. 

Por lo demás, las ferias de finales de los 90 tenían el sabor de todos los ingredientes tradicionales: paseo de caballos, concurso de doma, los toros, los gigantes y cabezudos, el Festival Flamenco, el de Folclore, y las míticas veladas de boxeo.