El Almería se atasca ante su gente y cede dos empates consecutivos

Una vez más la falta de contundencia en el área rival privó al Almería de la victoria ante un rival que fue de los que más competencia han mostrado en el recinto rojiblanco. Almería y Extremadura saltaron al campo siendo plenamente conscientes de lo mucho que les iba a uno y a otro en un duelo directo entre escuadras llamadas a luchar por seguir vivas en el fútbol profesional.

Es por ello por lo que el choque tuvo un comienzo bastante alocado y con problemas para la zaga local que no encontraba su sitio ante las acometidas de Enric Gallego. Esta primera fase se saldó con una tarjeta amarilla a Saveljich y dos caídas en las áreas por acciones defensivas de Romera y Pardo que el árbitro obvió. Rodri había enseñado con aprovechamiento la lección a los suyos. No le importó que el balón fuera propiedad del Almería porque defendía con muchos hombres, se presentó con dos pivotes defensivos, y salía a la contra con balones largos buscando la espalda de la defensa adelantada de los locales.
El delantero Enric Gallego comenzaba a ser una pesadilla que se confirmó plenamente en el minuto 18 cuando rompió la línea de la defensa local para batir a René en un mano a mano.

Pero este Almería no se rinde, sabe plantar cara a la adversidad. Lo demostró una vez más. Se fue a por el Extremadura y en una asistencia de muchos quilates de Corpas a Álvaro Giménez, éste superó a su marcador con el tacón y ante la oposición de un central y del portero marcó un gol exceso, sólo cuatro minutos después que el logrado por el Pichichi de la Liga 1|2|3.

Con penetraciones locales con fruto de su dominio del juego y con llegadas visitantes a base de fútbol directo se llegó al intermedio sin que se modificara el tanteador pero con la sensación de que el partido estaba muy abierto.

Durante toda el segundo periodo quedó muy claro que las tablas en el electrónico ponía el partido donde quería el Extremadura, dedicándose en exclusiva a administrar la renta de un punto y buscar la victoria a contramano.

La mejor prueba de ello es que con el devenir de los minutos fue cambiando las bandas y un delantero, pero para nada tocó a sus dos pivotes que formaron una linea de contención de seis efectivos ante los que se estrellaron los ataques locales. El Almería de Fran Fernández sometió a un  bombardeo constante el área rival del Extremadura, pero sin el fruto de un remate certero. Las oportunidades locales las salvó el meta extremeño y Willy mandó fuera la que dispuso su equipo al final.