No hay que lamentar, sino agradecer. El Almería puso en Lugo punto y final a sus aspiraciones de clasificarse para el Play Off, y aunque el momento lleve al bajón anímico, porque afición y futbolistas se habían ilusionado con la posibilidad de luchar por Primera, no hay motivos para mirar al suelo. El Lugo se la jugaba, quería seguir peleando por la salvación, y desde el primer minuto quedó claro qué equipo iba a morder más. Los balones divididos, las segundas jugadas... todo caía del lado local. No se vio al Almería con fluidez de otras jornadas, incluso concedió demasiado en una faceta donde es la envidia de media Segunda; seguridad defensiva. A los 19 minutos ya se había inclinado el campo hacia la meta de René, que poco pudo hacer. Gerard Valentín disparó cruzado y abría el marcador en un Anxo Carro en tensión por los marcadores y la dinámica de su equipo.
El Almería tenía más la pelota, pero le faltaba dinamita, es chispa que caracteriza a la plantilla. Álvaro Giménez logró empatar al aprovechar un error grandísimo de Campabadal en un control y sumar así su diana 15 en la presente Liga. ¿Empezaba otro partido?, todo hacía indicar que sí, aunque un minuto después el Lugo volvería a hacer daño con el gol de Manu Barreiro tras aprovechar una serie de rechaces. Se llegó al descanso con 2-1, esperando que el Almería diera el último empujón, porque el Lugo ofrecía facilidades atrás. Cristian Herrera finiquitó el duelo al cazar un centro lateral y a partir de ahí todo fue un querer y no poder. Pablo Caballero recortó diferencias y a los dos minutos volvió a encontrarse con un regalo el conjunto local. José Lazo sentenció.
La derrota deja al Almería sin posibilidades de pelear por la sexta plaza. Caer ante Oviedo y Lugo no entraba en los planes, como tampoco pasar una temporada tan plácida en la categoría. Probablemente la plantilla tocó su techo, sin olvidar que en la cuarta jornada ocupaba plaza de descenso. Palpar la tensión del Anxo Carro, la angustia de los jugadores lucenses, las matemáticas... Esa pesadilla que durante tres años pasó por Almería se ha convertido en disfrute. El borrón de Lugo no empaña una campaña de notable alto. El grupo se confeccionó para salvarse y lo consiguió con creces.
El sueño duró hasta Lugo. A falta de cinco jornadas la afición es la que tiene que tomar la palabra y dar su veredicto. Caras de decepción tras la derrota en el vestuario rojiblanco. Querían más. El Play Off era su ambición. Ya solo queda el amor propio y pensar en el futuro. Nada que reprochar, todo por agradecer.
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