Golpe para el Albacete. En el inicio de una temporada ilusionante para Luis Miguel Ramis y su equipo, el primer tropiezo fue importante. El Almería se hizo con el control del partido y a pesar de la enorme calidad del adversario, no sufrió en ningún momento. “No existimos en el campo, vimos un Albacete apagado, sin continuidad, y llegando tarde a todos los balones. El Almería jugó a otra velocidad y se ha reflejado”, explicó el míster visitante. Dio un toque de atención en el descanso para que los futbolistas reaccionaran, y aunque salieron con otra cara y actitud, el Almería no les dejó en ningún momento respirar y con los goles acabó cualquier posibilidad de remontada: “Cuando no eres capaz de canalizar ninguna fase del juego es imposible, y sin disparar a puerta, como nos ocurrió, es imposible ganar”.
El Albacete, que estuvo arropado por más de cien seguidores en el Mediterráneo, no pudo ofrecer su mejor versión y gran parte de culpa la tiene el Almería, que rindió a un nivel superlativo. Luis Miguel Ramis entendió que el objetivo es dar con el origen de su flojo rendimiento: "No dimos el nivel y estamos enfadados, lógicamente. Venimos de seis semanas intensas para hacer otra cosa, y debemos analizar lo que ha fallado y elegir bien para la próxima cita. Queremos ver cosas muy diferentes y en el descanso le dije al equipo que o cambiábamos o no ganaríamos. Y perdimos".
Continúa abierto el mercado de fichajes y Ramis deja abierta la posibilidad de reforzarse todavía más y pelear por el ascenso: "Sabemos perfectamente lo que necesita el equipo, pero esto es muy largo y yo no pienso en la jornada 10, sino en la segunda. Veremos algunas posiciones, porque hay sitios de base fundamentales y hay que cubrirlos durante el año".
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