Éxtasis total en el Mediterráneo

La entrada de Jonathan y la pólvora de los delanteros locales voltearon la desventaja inicial

Miguel del Pino
23:18 • 07 dic. 2019

El Mediterráneo  volvió a vivir otra jornada que pasará a la historia como una de las gestas más importantes realizados por su equipo. Después  de un primer tiempo en el que los visitantes se adelantaron en el marcador y se pusieron en superioridad por la expulsión de César de la Hoz los pupilos de José María Gutiérrez sacaron a relucir su carácter depredador para dar la vuelta al electrónico en los tes primeros minutos de la continuación.
El Almería se presentó dos variantes respecto a la jornada precedente. Petrovic y Vada entraron en la medular ocupando las plazas dejadas vacantes por Owona y Aguza. En el cuadro de Miranda del Ebro otras dos modificaciones respecto a su último compromiso liguero con Álvaro Rey y Álvaro Peña por Malsa y Merquelanz.

De salida el cuadro visitante desaborda al local, creando superioridad en el centro del campo y a base de balones a la espalda de los centrales, los burgaleses hacen enmudecer a la grada del mediterráneo y meten el miedo en el cuerpo a los jugadores locales.




No tarda en verse reflejado en el marcador el control visitante ya que a los 11 minutos Marcos de Sousa establece el 0-1. La situación del cuadro local se hace crítica cuando siete minutos después se queda en inferioridad por la roja directa a César de la Hoz. Los visitantes no aprovechan su superioridad y acabó pagándolo.
 
Al técnico local no le gustaba lo que estaba viendo y toma un decisión genial que resultaría trascendental en el desenlace del choque. Da entrada a Jonathan Silva en el lateral zurdo y pasa a jugar con defensa de cinco. La medida corta radicalmente el flujo de juego visitante del Mirandés hacia la zona de riesgo.

El paso por el vestuario fue mano de santo para los almerienses con Jonathan como actor principal acompañado por un gran elenco de tenores del gol en el Estadio. El lateral zurdo desestabiliza el costado diestro de la zaga visitante . Inicia y asiste en la jugada del 1-1 y de sus botas nace la acción que lleva el delirio a la grada con el gol de la remontada.



Fueron dos acciones de una gran belleza en las que calidad y la efectividad de los almerienses se impuso. El 1-2 fue como una inyección de adrenalina en vena para los de Guti que ya no volvieron a conceder ventaja alguna a sus rivales y que culminaron su épica, brillante y alucinante victoria con un tercer gol, ahora ya jugando en igualdad por la expulsión de Álvaro Peña por una terrorífica entrada a Valentín Vada.








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