Mensajes claros y directos de José María Gutiérrez, ‘Guti’, después de su primera derrota como entrenador del Almería. La Ponferradina remontó un resultado adverso, manejó todas las situaciones del partido, y se llevó un triunfo de prestigio del Mediterráneo. Conceder tres goles en media hora condenó al equipo local y enfadó a un técnico que habló claro en sala de prensa.
En primer lugar habló de las facilidades que da el Almería a sus rivales. Demasiados goles en contra como para poder llevarte la victoria. Dos encajaron en Fuenlabrada, tres en la Copa ante el Tamaraceite, y otros tres con la Ponferradina. Guti fue directo: “Todos los goles molestan, pero si los regalas, mucho más. Nos marcan muy fácil y es más por demérito nuestro que mérito del rival. Lo llevo diciendo desde el principio y ya no sé cómo hacerlo para corregirlo. Ojalá pudiera saltar al campo y hablar más con los jugadores”.
Día de regalos
Perdieron las señas de identidad que pide su entrenador y la Ponferradina dio la vuelta a la situación. Dejaron pasar la gran oportunidad de acercarse al Cádiz y abrir margen con los rivales directos. Muchos “regalos”, según apuntó el míster: “Teníamos un equipo en el campo para tener más el balón y más con el marcador a favor. Con dos regalos se crecieron y fue difícil darle la vuelta”. Además, Guti fue contundente a la hora de analizar los problemas más graves que tiene el Almería. Fue directo al vestuario, ya que pidió a los futbolistas que se olviden del entorno y piensen en sacar los partidos adelante: “No me preocupa nada. Es un toque de atención para todos. Con el escudo, los elogios, y pidiendo a la afición que venga, no se ganan partidos. Hay que olvidarse de lo que está fuera del campo y jugar al fútbol, que para eso les pagan”.
Tristeza
Con un Mediterráneo que se vistió de cala para despedir el año deportivo, el Almería no pudo brindar la última alegría a su afición. Aunque la tarde se inició con el penalti transformado por Darwin Núñez, la Ponferradina aprovechó la pasividad y los despistes de su rival para ganar y dar un golpe en la mesa. Guti reconoce que las derrotas nunca son bienvenidas, pero hacen especial daño si son en la despedida antes de las vacaciones de Navidad: “Estoy molesto porque perdió el Cádiz el día anterior y teníamos una grandísima oportunidad. Nos vamos de vacaciones y no hay otro partido para solucionar esto hasta el nuevo año. Es la peor situación para la primera derrota”.
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