No tiene nada que ver con el documental en Netflix sobre Jordan y los Bulls de 1998 porque no estuvo involucrado Phil Jackson, pero Guti tuvo su particular último baile en el Madrid. Hoy se cumplen diez años. Fue el 16 de mayo de 2010 cuando el histórico 14 disputó su partido 542 con la camiseta blanca. Fue en La Rosaleda, el último antes de irse a Turquía, y no pudo hacerlo sin añadirle picante: sólo jugó treinta minutos y tuvo una bronca con Chendo... El origen fue la amarilla que vio el por entonces segundo capitán por perder tiempo y eso que estaba en el banquillo. El delegado y exfutbolista se lo recriminó y tuvo que intervenir Diarra para serenar las aguas.
Echando atrás la cinta, como en ese documental sobre el último anillo de Air Jordan, Guti ha decidido ser ahora José María Gutiérrez pero empezó siendo el Guti que jugaba (vestido de culé) con la Peña Barcelonista de Torrejón. El Madrid le fichó por trece balones y el resto fue historia. Vendrían quince títulos (entre ellos tres Champions, aunque no jugase ninguna final, y cinco Ligas), compartir generación con Raúl y sobrevivir siempre presente en el Madrid Galáctico, todo ello aderezado con escenas para el recuerdo (su hat-trick al Villarreal, el Taconazo de Riazor...) hasta que dos meses después de aquel último vals en Málaga Guti anunció que dejaba la que fue su casa durante 25 años, dijo después.
Iría al Madrid por segunda vez para ganarlo todo como técnico del Juvenil antes de volver a irse porque se le negó el banquillo del Castilla, en propiedad por entonces de Solari. Ahora apunta a Primera con la UD Almería y parafraseando el refrán en clave madridista, no hay dos sin tres...
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