Espectacular fin de fiesta desde un Mediterráneo de Primera

Música, luces y fuego como broche de oro a una jornada que pasará a la historia de la ciudad

Fiesta en el campo del Almería para celebrar el ascenso
Fiesta en el campo del Almería para celebrar el ascenso

Juan Sánchez / S. Ruiz / F. G. Luque / N. García

Francisco G. Luque
00:03 • 31 may. 2022 / actualizado a las 00:03 • 01 jun. 2022

La Unión Deportiva Almería cerró su día grande de festejos por el ascenso a Primera División arropado por miles de personas en el Estadio de los Juegos Mediterráneos. Fue el colofón a una jornada inolvidable, en la que la plantilla de Rubi notó el calor de los almerienses desde que el autobús descapotable salió a las siete y media de la tarde.



Muchos precavidos decidieron perderse la llegada del autobús rojiblanco a la Plaza de las Velas y dirigirse, con tiempo de sobra para evitar un tráfico denso, directamente al Mediterráneo. Allí, en el renovado estadio de la UD Almería, se notó la ilusión, la alegría de un ansiado ascenso en los rostros de todos y cada uno de los aficionados y aficionadas que llenaron el graderío. También el cansancio, por la hora y, sobre todo, por los festejos de los días anteriores. Pero había que estar en el fin de fiesta.



Más de 15.000 personas esperaron en la grada a los jugadores bufandas al viento, disfrutando de un espectáculo de luces y música previo que animó a todo el estadio mientras llegaban los héroes del ascenso. Pero antes, una actuación que erizó la piel de los asistentes, que los puso en pie, a cantar con el alma. La artista onubense Pilar Bogado, pareja de Pozo, entonó de una forma maravillosa el himno oficial de la UDA, con el acompañamiento del guitarrista almeriense Guillermo Fernández, autor del mismo. 



Los campeones



Con la afición totalmente entregada, con las sensaciones a flor de piel, el periodista Javier Gálvez comenzó a llamar a los futbolistas, que desde el centro del campo y entre llamaradas de fuego, dijeron uno a uno algunas palabras para levantar más a la grada, a los miles de almerienses que estaban viviendo una noche histórica. Los jugadores dieron las gracias a los fieles rojiblancos por el apoyo, gritaron el nombre de Almería y volvieron a dejar claro que son los campeones.



Los fieles rojiblancos ovacionaron a cada miembro de un equipo que ha hecho historia, corearon sus nombres e hicieron vibrar a toda la ciudad desde un Mediterráneo que por fin tenía su gran fiesta tras varias semanas de nervios y tensión. Por la alfombra roja, colocada sobre el césped a modo de camino hacia la gloria, pasaron Martos, Arnau, Samu Costa, Sadiq (que fue manteado por sus compañeros), Fernando... Desde el primero hasta el último, saludando y bailando, como hizo el entrenador Rubi.  



"Falta Turki Al-Sheikh, que os da las gracias a todos", dijo Mohamed El Assy desde el escenario, instantes antes de recibir la copa de campeones de Liga de Segunda División de manos de Anita París, capitana de la UDA Femenino y un miembro de la UD Almería Genuine. Con el trofeo al cielo y un paseo triunfal alrededor del campo, los jugadores rojiblancos se despidieron del Mediterráneo, con el himno de fondo y los fuegos artificiales.




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