Menudo lío en Valladolid

Los aficionados del Real Valladolid están muy enfadados con el cambio de escudo que ha lanzado el club para los próximos años. Las "señas de identidad se pierden", comentan en redes sociales los hinchas del conjunto pucelano, que esta temporada vivieron hasta el final, como la UD Almería, la lucha por el ascenso directo a Primera.

La Federación de Peñas del Valladolid ha lanzado una campaña de recogida de firmas para que la directiva recapacite y vuelva al escudo anterior: "Desde la Federación de Peñas del Real Valladolid, tras una consulta previa hecha a nuestros peñistas a través de sus presidentes, y viendo la cantidad de respuestas y la gran repercusión que ha tenido el cambio del escudo de nuestro Real Valladolid, queremos llevar a cabo una recogida de firmas de manera oficial dando voz a todos ellos, así como a abonados y resto de aficionados del Real Valladolid. El escudo es una seña de identidad de los aficionados donde debemos estar identificados y creemos que no se debe llevar a cabo el cambio. Sólo se admite un voto por persona", 

La FPRV ha abierto mantiene el plazo de firmas abierto durante estos días y en solo una jornada ya ha recibido el apoyo de 4.000 personas, según datos del propio colectivo peñista. “Queremos mostrar el sentir de que no queremos este cambio, hacer entender que no estamos en contra del nuevo escudo, sino a favor del que siempre ha sido el nuestro”, ha comentado Mario Puertas, presidente de la Federación. Cabe recordar que Turki hizo una propuesta a los aficionados del Almería en 2019 pero no salió adelante, manteniéndose así el escudo de siempre.

El club sigue firme

En declaraciones a la agencia EFE, David Espinar, director del gabinete de presidencia, ha comentado que el cambio de escudo en el Real Valladolid se ha hecho “con buena fe y pensando en los intereses del club” y que se mantendrá porque “obedece a un proceso de renovación de la imagen y de la marca que será beneficioso para la entidad”. En opinión del portavoz institucional del club, “es comprensible y lógico que haya desazón” entre los aficionados, que están “en su derecho de sentirse mal y de mostrar su enfado”, si bien en ningún caso el cambio se ha dado por “capricho”.