Dentro de una temporada desastrosa para la UD Almería, en la que está descendido virtualmente a principios de marzo, siempre se tiene que ver algo positivo y la dirección deportiva con Mohamed El Assy y Joao Gonçalves ya puede ponerse manos a la obra para planificar el próximo curso en Segunda División. Los hombres fuertes de Turki hicieron un último esfuerzo por reflotar la nave en el mercado de invierno firmando a Radovanovic, Langa, Luka, Viera y Lozano. Los cinco aumentaron el nivel -tampoco era muy complicado- pero no llegó para paliar la crisis de resultados. Caer en Balaídos ha puesto punto y final al tímido sueño rojiblanco de poder permanecer en la élite y a partir de ahora se abre un nuevo horizonte. Es tiempo de sentarse y analizar qué vale y qué no.
Margen
La lista de bajas puede ser larga, bien porque los jugadores no han cumplido con las expectativas o por traspasos, vitales para que el club pueda ganar margen económico a la hora de acudir al mercado. Maximiano no verá ejecutada la opción de compra, pero Langa sí, y está por ver el dinero que se saca por Lopy, Ramazani y hasta Pubill, ya que rindiendo a este nivel la Segunda se le va a quedar muy pequeña. Luego el caso de Viera, cuyo futuro quedará en el aire. Si decide continuar y ofrecer un último servicio al Almería lo puede hacer sin problema porque firmó hasta 2025.
Y es aquí donde el nuevo entrenador va a tener que maniobrar. El desgaste de Gaizka Garitano, unido a no haber logrado el objetivo hace casi imposible su continuidad en el Mediterráneo y el Almería puede sentarse ahora y negociar con el elegido, ganar tiempo, y presentarse en la pretemporada julio con gran parte del trabajo hecho para que no ocurra lo del pasado verano con Vicente Moreno.
Atar al inquilino del banquillo es tan importante como la lista de jugadores que no cuentan. Los cedidos repartidos por el mundo como Appiah, Svidersky, Marciano, Arnau, Kaiky... Muchos se fueron para buscar continuidad y el central brasileño está destacando en el Albacete. Ese sí podría ser un buen ‘refuerzo’ para pelear por el ascenso.
Base
Otro punto a destacar es qué jugadores del filial pueden aportar al primer equipo. No es fácil con tantas categorías de diferencia, si bien Bruno Iribarne, Paco Sanz, Marcos Peña y Rachad Fettal han compartido dinámica de primer equipo. Mientras los otros 41 clubes de la Liga Profesional están inmersos en batallas deportivas para alcanzar sus metas, el Almería puede empezar su trabajo en la sombra para firmar entrenador, apuntar a los que no cuentan para la plantilla y negociar con los jugadores que quiere en su proyecto. Dentro de la debacle actual, un poco de optimismo para el futuro con un proyecto ambicioso para ascender.
Calma
Desde que Turki llegó a Almería siempre ha tenido que llegar a la última jornada con algo en juego. Tras dos Play Offs tocó el ascenso directo en Leganés y la temporada pasada la permanencia sobre la bocina. Esa incertidumbre de saber en qué categoría iba a estar el club deja paso a la tranquilidad de que en marzo ya se conoce el destino y se puede planificar pronto.
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