EL ANÁLISIS: Ahora que Pepe Mel ha tomado el mando del Almería y vuelve a salir el sol de la ilusión en toda la provincia toca exponer los motivos del cese del entrenador vasco que van más lejos de esos 19 partidos sin vencer ya que la letra pequeña está cantada en el modelo del club y en el escaparate donde se prodigan sus grandes jugadores. Nunca dio el perfil de Rubi el preparador vasco ya que sus ideas fijas sobre el fútbol no eran compatibles con las decisiones de un club vendedor que por encima de todo impone su modelo y tiene la llave de la caja fuerte en la mano. Con Garitano futbolistas que el club pretende vender este verano no participaban y estaban perdiendo valor y protagonismo a pasos agigantados. El Almería no se mete en el vestuario ni impone jugadores pero el que venga a entrenar debe tener muy claro que se trata de una entidad vendedora y que la economía está presente en cada minuto que se reparte en la alineación titular. Quitar a futbolistas con mercado y poner a otros que no llaman la atención ha sido el detonante de un cambio que muchos no entiende a falta de diez jornadas para el final con todo lo que lleva en el cuerpo la afición. Que esto lo lea Mel.
El escaparate del Almería es LaLiga y su millonaria inversión pende del reclamo de sus futbolista, si juegan claro. Los entrenadores deben tenerlo claro y a Garitano en las últimas jornadas le dio por dejar fuera del equipo a futbolistas pretendidos y con enorme mercado. Este fue su gran error. El club le perdonó los resultados y le aplaudió la dedicación pero por esto no pasa.
Los dineros son lo más importante. El Almería no perdona una buena operación y es un secreto a voces que compra jugadores para traspasarlos y ganar dinero. Nunca el club impone futbolistas a los entrenadores pero estos deben tener claro donde se meten y que mandar al banquillo a un futbolista con mercado no lo perdona la entidad.
Modelo
En LaLiga como en esta ciudad todo el mundo tiene claro que el Almería no es uno más. Estamos ante un club que tiene en la economía su razón de ser. Eso de sociedad anónima se cumple en su plenitud y todo está en venta. Todo y todos porque los jugadores cuando firman un largo contrato y una cláusula elevada son conscientes de que saldrán a las primeras de cambio si llega una buena oferta.
Cuando desde el palco El Assy o desde Palacio Turki entienden que debe de jugar un futbolista callan la boca pero castigan la decisión del entrenador por no ponerlo en el escaparate. Ahora le toca a Pepe Mel poner a los mejores y cargar con la responsabilidad del modelo. Esto es más viejo que el fútbol y la imposición de los clubes y la presión para que jueguen determinados futbolistas: sigue vigente. El Almería es un club vendedor.
Valor
Los malos resultados y el ridículo sin precedentes lo ha sabido soportar Palacio pero tener a futbolistas con mercado en el banquillo es algo con lo que no traga la entidad. Con la mayor inversión de todos los tiempos y con un descenso que va a salir muy caro no queda otra que vender bien a esos jugadores que se empezaban a perder del mapa. Garitano hizo lo que tenía que hacer según sus criterios futbolísticos pero el Almería es algo más.
Los entrenadores que han pasado por el banquillo del Almería siempre han tenido claro lo que ha pagado el club por determinados futbolistas y lo que acarrea que no participen y salgan al escaparate. A Joâo Gonçalves no lo mueve ni una grúa del Almería por el dinero que mete en las arcas.
Esto es una empresa señores y todo menos perder valor de mercado.
Garitano sabía a lo que se exponía.
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