La temporada de la UD Las Palmas ha sido todo un éxito. Sí, en pasado, porque ya ha conseguido la permanencia y hasta sueña con pelear por la Conference League. Todo lo que venga a partir de ahora para los amarillos será motivo de satisfacción. Sin embargo, este domingo (16:15 horas), llega el partido de las emociones con tres protagonistas. Pepe Mel, mítico entrenador que durante cuatro años defendió al equipo insular; Jonathan Viera, el hijo pródigo que regresa a su isla con su gente; y García Pimienta, que no terminó de la mejor manera con el centrocampista ahora del Almería. Los focos apuntarán directamente a estas tres personas antes, durante, y después del duelo. Quizá esto le pueda venir bien al colista para hacer su tarea.
Renovación
Por cuarta vez en esta Liga se puede decir que el Almería empieza una nueva vida. Vicente Moreno, Alberto Lasarte en su interinidad, y Gaizka Garitano, no consiguieron el objetivo de ganar al menos una vez; mientras que es Pepe Mel quien dispone de diez balas más para lograrlo. Ha llegado con una misión más psicológica que deportiva. Liberar a los futbolistas parece sencillo, hacerles pensar que esto es un deporte y solo se gana disfrutando; pero cuando llevas nueve meses a las espaldas en blanco hace temblar las piernas a cualquiera por grandísimo jugador que sea o haya sido.
En cuanto a la alineación todo está en el aire, menos en la portería con Maximiano. Sin Édgar ni Lopy, sancionados, podría recuperar a Arribas y Ramazani, que habían desaparecido de los onces de Garitano en las últimas semanas. El método será sencillo: apretar a Las Palmas para que no se sienta cómoda con la pelota. Demostró en el Mediterráneo que o se hace una buena presión o no sufre en absoluto. Además, aquel día ganó 1-2 con gol en el último segundo de Sory Kaba.
Ambiente
Aplausos para Mel, y a buen seguro que también a Viera. Aunque su salida de Las Palmas dejó algunas dudas en cierto sector de la grada, nadie olvida lo que este jugador ha dado por ese escudo desde los 14 años. Para él se trata de un partido diferente, extraño, porque nunca le hubiera gustado “visitar Gran Canaria con otra camiseta”.
En cualquier caso, los aplausos de impondrán para Mel y Viera. En cuanto a Pimienta, ha demostrado ser un técnico suficientemente capacitado para Primera. Ascendió a Las Palmas y lo mantiene muy lejos del descenso. Quizá lo único que rompió la calma de la temporada fue aquella situación con Jonathan Viera. Los dos ya comentaron que se saludarán si se cruzan por los pasillos.
Listo
Con el objetivo imposible, el Almería solo busca cambiar la tendencia, ganar un par de partidos y caer a Segunda con dignidad. Para Mel no son solo diez jornadas por delante, sino la posibilidad de continuar en el proyecto que busque de nuevo el ascenso a la élite. Este domingo habrá emociones y buen fútbol en Gran Canaria. Igual también llega la hora de ganar.
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