El nuevo Sadiq explota

Lo venía pidiendo a gritos y por fin ha llegado su primer gol en LaLiga, para confirmar su enorme progresión y las grandes cualidades. Milovanovic tiene solo 20 años, mide 1, 90 y pisa el área con decisión y hambre de gol. Muy por encima de las prestaciones del Choco Lozano y se ha ganado al nuevo entrenador que lo tiene como segunda opción. El nuevo Sadiq explota.

Cada vez que salta al campo se deja el alma y arrolla al contrario por esas ganas de triunfar que le desbordan. Sabe que cada minuto en la élite es un paso más para ser el nuevo goleador que siga la estela de Darwin, Sadiq, Touré...

Su gol al Sevilla confirma el trabajo que viene realizando con delanteros contrastados que le superan en opciones de participar. No se rinde y le manda un recado a los veteranos con su primer gol. A Mel le gusta Milovanovic. Tiene contrato hasta el año 2028 con el Almería.

Decisión

Milovanovic reúne todos los ingredientes de un nueve goleador. Salta al campo con el gol en la mente y su fuerza arrolla al rival y da mucho tormento a la pareja de centrales. Sus movimientos en el área son todavía propios de un futbolista emergente, pero así comenzaba Umar Sadiq y explotó como goleador en Almería y le dio un ascenso al club que preside Turki. El Almería ha apostado por Milovanovic y la llegada de Pepe Mel le abre las puertas ya que es un diamante en bruto de esos que gusta pulir el entrenador madrileño. En Las Palmas sumó minutos y tuvo un gol cantado. Si a esto unimos que desde que comenzó la temporada estaban Luis Suárez y Koné (además de Baptistao) para su posición, cada minuto que logra es un premio que lo saborea con una enorme decisión de cara gol, y de fallar ocasiones claras, ha terminado haciendo su primer gol en LaLiga que le ayudará a triunfar.

Valentía

A Milovanovic lejos de tener que motivarle hay que calmarlo cuando salta al campo ya que se gana cartulinas amarillas porque arrolla al contrario por sus ganas de competir. Le están puliendo los miembros del cuerpo técnico y todo apunta a que ya forma parte de la rueda de partido, como recambio de garantías para Pepe Mel, que puso a Baptistao como primera opción y a Milovanovic de segundo en Las Palmas. Su gol al Sevilla marcando los tiempos es una delicia para el aficionado, y recordaba aquellos tantos de los primeros partidos de Umar Sadiq cuando se le veía descoordinado, pero eficaz de cara a la meta rival. Milovanovic es el nuevo Sadiq del Almería y con el camino a Segunda División marcado, hay que plantearse seriamente que participe más en los partidos y se vaya ganando la posición para ser la segunda opción de cara a gol, y si sigue su progresión a Pepe Mel no le temblará la mano a la hora de ponerle algunos partidos como titular en el once.

Olfato

Pese a su gran envergadura física, los movimiento de Milovanovic suelen ser determinantes en el área; sabe instalarse entre la pareja de centrales y pisa el área con decisión. Remata bien con los dos pies y de cabeza supera con relativa facilidad a la defensa rival. Saltar con 1,90 de estatura es una ventaja para el delantero que llegó la pasada temporada para triunfar. Tiene olfato de gol el delantero serbio que está aprendiendo a pasos agigantados a ganar la posición y abrirse huecos en el área rival. Su coordinación empieza a ser mejor en relación a los partidos anteriores, y el gol ante el Sevilla le va a dar un plus a la hora de tener mayor protagonismo. Ser un nueve en el Almería no ha sido una buena noticia esta temporada por las graves lesiones de Luis Suárez y Koné, pero ha llegado la hora de apostar por el nuevo Sadiq que empieza a llamar a la titularidad en un Almería en depresión camino de la Segunda División.

Supera al Choco Lozano

Milovanovic tiene solo 20 años y aprende en cada entrenamiento, pero necesita partidos y tenía por delante a un jugador cedido por el Getafe que no está a su mejor nivel. Choco no le da al Almería goles y se vuelve previsible cuando pisa el área. Mel ha colocado al serbio segundo de la lista para jugar.

Ya es el segundo nueve del Almería. El nuevo Sadiq explota.