Sin guión ni desenlace escrito, el taurino es el espectáculo más real y directo. “Tratamos de retransmitirlo como si fuerta una película, contamos una historia donde mandan el toro y el torero, que tiene su argumento, su inicio, nudo y final”. David Casas forma parte del equipo de profesionales que ha conseguido en Canal+ Toros imprimir una nueva forma de comunicar. En unas semanas visitará Roquetas para pronunciar el pregón de la Feria de Santa Ana y quién mejor que él para iniciar una serie dominical con los protagonistas de una feria reconocida a nivel nacional. Porque es precisamente en la comunicación donde “el mundo del toro tiene mucho que ganar, donde hay que avanzar y se admite mucha renovación”.
Se consigue así salvar la distancia que hay con la sociedad. Que se entienda el espectáculo y se enseñe a amarlo “como una manera de entender la vida, ya que representa todos los valores de la sociedad: victoria, dolor, esfuerzo, lucha...” Y tantas emociones que, afirma Casas, también es posible captar a través de las cámaras. “La televisión aporta los cientos y cientos de detalles que hay en una corrida. Puedes ver el pisotón de un toro al torero, y la cara de dolor de éste y que, a pesar de llo, ni se mueve. Imagínate la diferencia con un futbolista, que tras un golpe cae al suelo y se retuerce de dolor. Los toreros aguantan y eso se ve mejor en televisión”. Son por ello los matadores, define el periodista, “los mejores actores que existen”, en su papel, en su ‘chulería’, “jugándose la vida a la vez que crean arte”.
Y esa percepción de los toreros como “hombres sobrehumanos, auténticos ídolos” que luchan “de igual a igual” fue la que llevó a Casas a aficionarse. “Aunque suene raro en un ibicenco, pero mi padre era de Zamora, llegó a ser novillero y debutar en Albacete, y yo he visto toros desde niño”. Recuerda de entonces cuando vio morir a un torero en la plaza, a Campeño. “Me hizo respetar y admirar más, entenderlo mejor”, comenta.
Mueve masas
¿No es demasiado dura una corrida para un niño? “Hasta ahora nadie me ha demostrado que a un niño le cause ningún mal. Quizá sea más peligroso lo que puede ver en Internet”, afirma contundente. Y es que son muchas las razones para defender la Fiesta, “tantas que no cabrían en una entrevista”, pero Casas menciona algunas de ellas: “Soy partidario de que los niños puedan conocer el mundo del toro, igual que van a una granja escuela o a un zoo, que puedan ver a un toro en una dehesa, que sepan que las dehesas españolas son la mayor reserva ecológica de Europa, gracias al toro bravo, un animal criado de manera natural por el hombre, de la forma más ecológica, y con una de las carnes mejores si tuviera más ayuda y mejor prensa. Hay que mostrarlo. Y todo nacido en España. Si fuera originario de Estados Unidos, imagina las posibilidades que le darían”.
En España, el cambio social de los últimos sesenta años, -“el paso del mundo rural a las ciudades”-, ha propiciado , explica el comunicador, una caída generacional en el mundo taurino. “Y sin embargo sigue siendo un espectáculo de masas, el segundo que más mueve después del fútbol, aunque algunos crean que son las motos y otro deporte”.
Las comparaciones con el deporte rey son continuas en la conversación. “Pero son mundos totalmente distintos. Solemos decir que el fútbol es un espectáculo mediocre en manos de gente brillante y los toros, un espectáculo
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