Bayarque, es uno de tantos municipios de nuestra geografía, que forman parte de la llamada “España vaciada”, el municipio se enfrenta a este reto demográfico, y ese es el principal hándicap de futuro, evitar que se siga despoblando, porque tenemos que tener en cuenta, que ese vacío de población que se produce, no es solo a consecuencia que los jóvenes se vayan del pueblo, principalmente se debe a un elevado porcentaje de población envejecida, que llegan al final de su ciclo de vida.
Tenemos que pensar y reflexionar, no solo en evitar que los jóvenes se sigan yendo, sino también en atraer a nuevos pobladores, como ya ocurrió en el siglo XVI.
Proyectos
Uno de sus proyectos claves y que va directamente pensado en el futuro, en el respeto al medio ambiente y en la calidad de vida de los ciudadanos, encaminado a la implantación de las energías renovables, es el denominado: “Proyecto integral de energía limpia del municipio de Bayarque”.
Por tanto, el futuro lo vislumbran desde un punto de vista positivo, con optimismo, en parte debido a los recursos ambientales con los que disponen. El entorno que poseen ofrece calidad de vida, aportando, entre otras cosas, unas óptimas condiciones ambientales y el calor humano, que es muy importante, algo de lo que se carece en las grandes urbes.
En este entrañable pueblo hay empatía y, para darnos cuenta de la importancia de las zonas rurales, tuvo que venir lamentablemente una pandemia, para echar la mirada atrás y darnos cuenta de lo fundamental que son las zonas rurales y el valor añadido que le aportan a la calidad de vida y el bienestar de sus ciudadanos.
Al no tener industria, su cometido va encaminado a los recursos que les ofrece el entorno, para enfocarlos al sector turístico. Por ello están potenciando aspectos claves para dinamizar y focalizar dicho atractivo que contempla numerosas actuaciones relacionadas con adecuación de senderos, rehabilitación de viviendas o la adaptación de edificios para turismo rural, entre otras.
Francisco (paco) Velamos: Un hombre con amor por su pueblo
Francisco Yélamos Giménez, un hombre con 83 años, que se ha curtido en las sierras andaluzas, dedicado a la corta y saca de madera, tanto para la venta de la misma como para abastecer una serrería de su propiedad, dedicada al suministro de pallets y cajones para la industria del mármol. Cuenta que con 7 años de edad ya empezó a trabajar. Es una persona que prácticamente ha vivido siempre en el pueblo. Ha estado disponible siempre para echar una mano y, lo más importante, se implicó montando un negocio en el pueblo que le ha estado dando trabajo a algunos de sus vecinos. Por todo ello, gracias, Francisco.
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