Un proyecto para comer por poco más de un euro diario

Es un proyecto para proporcionar a los ciudadanos un plato de comida al día por poco más de un euro, pero sus promotores se lo plantean como mucho más que dar de comer: una forma de hacer frente a los malos hábitos alimenticios y de afrontar los retos del cambio climático.

El proyecto de Foodtopía se presentó en Almería hace un par de años, después de abordar experiencias exitosas en otras provincias del levante peninsular y esta semana ha vuelto, con ánimos renovados y en el marco de la Semana de la Salud Mental.

Comida saludable
En un stand ubicado en la Bola Azul, los responsables del programa encontraron la colaboración del personal del Área de Salud Mental y de varios de los usuarios de este servicio. Se trataba de elaborar una comida sana, hecha con productos locales y con un fuerte carácter social y sostenible.

El ‘secreto’ está en la utilización de la marmita Dream Pot, ideada por el murciano Jesús Pagán, que explica que gracias a su diseño permite un fuerte ahorro de energía, al cocinar a temperatura ambiente y en vacío, alimentándose de placas solares fotovoltaicas o térmicas y favoreciendo al mismo tiempo el ahorro de agua.

Ahorro de agua
“Hoy, aquí en Almería, hemos preparado una olla con legumbres y cous cous con la que nos hemos ahorrado 400 litros de agua, además del bajo consumo energético”, apunta Pagán, que muestra su preocupación por la deriva en que se encuentra el planeta.

Esa preocupación se refleja en el nuevo nombre del proyecto, rebautizado como Plan Estratégico contra el Cambio Climático. Para el ideólogo del plan, la mejor prueba de la urgencia de actuar en materia alimentaria es el informe del Instituto Europeo JRC (Joint Researt Center), sobre la huella ecológica del sistema alimentario que recoge que en el mes de mayo España ha agotado sus recursos “y serían necesarias tres españas para mantener la demanda actual, lo que demuestra su ineficiencia".

Crisis climática
Al fondo de este plan para impulsar una nueva forma de alimentarse está la evidencia de que el cambio climático ha llegado para quedarse. Las temperaturas del pasado mes de julio fueron las más elevadas de los últimos 125.000 años y las emisiones de dióxido de carbono nunca en la historia del hombre fueron tan altas, una tendencia que se ha mantenido en agosto y septiembre.

Para los responsables de Foodtopía, datos como esos indican que “se nos acaba el tiempo para actuar antes de que estemos en una situación en la que el futuro, tal y como lo conocemos hasta ahora, no  exista. Nuestros jóvenes, de hecho, van a tener un futuro muy difícil”.

Nueve comidas
Jesús Pagán señala que la distancia que separa la normalidad de la barbarie son nueve comidas, y en la situación actual lo primero que piensan las personas es en sus vecinos, "pero en cómo asarlos”.

Por eso la propuesta es poner en marcha comunidades resilientes ante el cambio climático, con grupos de no mucho más de un centenar de personas sin jerarquías, dueños de los medios de producción locales y urbanos, capaces de hacer frente a las alarmas alimentarias y las urbanas”.

El planteamiento es utilizar los productos locales, incluso esas segundas categorías que son igualmente nutritivas y que con frecuencia acaban en vertederos, productos de proximidad de menor coste económico y ambiental, para elaborar comidas saludables y sostenibles por parte de esas mismas comunidades.

A través de este proyecto es posible elaborar en los distintos barrios de la capital o la provincia menús diarios que tendrían un coste para cada asociado de 30 euros al mes para 28 raciones de comidas basadas en la Dieta Mediterránea, cocinada junto a sus casas. Se obtiene así la deseada soberanía alimentaria a base de recetas clásicas “porque con frecuencia progresar es regresar a lo básico”.