El bar de Almería que ha servido más de 3.000 tortillas de patatas

Hay lugares que definen cómo somos los almerienses sin necesidad de usar palabras. A veces, ir a comer no es más que una excusa para compartir un rato agradable con los seres queridos. A veces, solo buscamos disfrutar de una cerveza fría, un plato de jamón y una buena tortilla de patatas en una terraza soleada y con un servicio familiar, y es justo lo que encontrará quien decida pasarse por La Generala, un bar de los de toda la vida en pleno centro de Almería, en el número 11 de la calle Javier Sanz. 

El dueño

Salva es de Laroles y llegó a Almería hace dos años, dejó un restaurante en Granada buscando un lugar tranquilo, un local que le permitiera tener menos responsabilidades ahora que la hostelería “se está poniendo complicada”. Quería hacer de su negocio un lugar familiar, de los que priorizan la calidad y el servicio y posibilitan tratar a los clientes con afecto, porque lo que ha ocurrido en este tiempo es que su público se ha hecho fijo y solo hay que ver la personalidad de Salva para comprenderlo. Por eso y por su carta, claro.

Con media sonrisa, asegura levantarse cada mañana a las cinco y media para comenzar a preparar sus famosas tortillas. Hace seis y utiliza 18 huevos en cada una, aunque, por eso de que estaban de celebración, tuvo que hacer alguna más. “Si multiplicamos todos los días del año y le quitamos 50 días por los fines de semana y festivos salen unas 3.000 largas”, confiesa. A las dos de la tarde ya no le quedaban pinchos de tortilla para servir, no en vano es el reclamo principal del negocio: “es lo que más le gusta a la gente, eso y el jamón”, dice entre risas. Porque, además de las tortillas, Salva se empeña en traer jamón ibérico, jamón cocido “del mejor que hay” y queso fresco de los que no se encuentra.

Seguir la estela

Y lo de hacer tortillas de patatas es una tradición que ha querido continuar: “Aquí las tortillas ya eran muy famosas antes, las hacía Juan, y yo continué un poquito el hilo conductor de esa historia”.

El local abre de lunes a viernes y de 7 de la mañana a 16.30, y algo en lo que también destacan en La Generala es en sus desayunos, pues la carta de tostadas abarca desde el pan con tomate al “pavo de la selva con queso fresco y aguacate”. Hay un aspecto en el que pone mucho empeño su dueño y es en que siempre se preparen con “el mismo cariño y tamaño”. Tal vez por eso este pequeño rincón de Almería haya conseguido arrebatarle el corazón a sus feligreses.