Conocer los orígenes almerienses a través de la comida

Oferta una gran variedad de platos, tanto para tomar un té como para una copiosa cena

Una bastela y un tajín, acompañados de la limonada de menta típica del local.
Una bastela y un tajín, acompañados de la limonada de menta típica del local. La Voz
Elena Ortuño
11:26 • 17 oct. 2024 / actualizado a las 09:28 • 18 oct. 2024

En pleno corazón de la Almedina, el barrio más antiguo de la capital almeriense, un local recuerda a los transeúntes y vecinos las raíces de lo que un día fue Almeriyat. Empeñados en devolver la vida a la parte más auténtica de la ciudad y con la aspiración de quien desea aunar dos culturas, la Tetería Almedina levantó su establecimiento en una preciosa vivienda restaurada para la ocasión.



Se trata de un acogedor restaurante marroquí en la calle Paz, número 2; un negocio que recrea el ambiente más íntimo y artesanal de las teterías del norte de África. El local dispone tanto de una agradable terraza con sombra a las puertas de la casa como de un cálido interior con sofás, taburetes y mesas bajas para tomar té: todo preparado para transportar al comensal a una cultura que, aunque parece lejana, se respira en cada muro del barrio que lo aloja.



Un billete a lo desconocido



La Almedina cuenta con una extensa carta en la que no solo se ofrece el tradicional té moruno en una vistosa tetera plateada o dulces árabes caseros, sino que también cuenta con una gran multitud de platos que permitirán al comensal degustar la oferta gastronómica a casi cualquier momento del día -entre las 12.00 y las 00.00 horas-, siempre que no sea un lunes, jornada en la que las puertas de la tetería cierran por descanso del personal. 



Entre sus platos estrella destacan los tajines, cuya carne puede variar entre el tradicional cordero y entre pollo o ternera, el humus, la ensalada marroquí o la bastela, una deliciosa combinación dulce-salada en la que se mezcla la jugosidad de la carne deshilachada con los estrambóticos sabores de la naranja y la canela: una combinación tan única que fue elegida para decorar la portada de la carta.



La bebida, por su parte, es uno de los puntos fuertes del restaurante. Aunque no ofrece alcohol para lograr mantener el ambiente tranquilo de un lugar familiar, cuenta con una jarra de limonada de menta perfecta para refrescarse en verano o encontrarse con un sabor diferente en invierno. Esta original oferta se une a las bebidas típicas que se pueden consumir en cualquier otro local, como agua, café, batidos, infusiones o refrescos.



Cabe señalar que toda la carne ofertada en el local es halal, lo que significa que el visitante no podrá encontrar ningún animal que no esté permitido por las leyes islámicas. Además, todo está elaborado con la dedicación y los tiempos que requiere la comida casera y artesanal, incluido el pan que se sirve para acompañar. Se trata así de una apuesta gastronómica que sitúa la calidad por encima de la rapidez y que pide a su clientela un poco de paciencia.



Ambiente ganador

Tanto el trato del personal como la paz que transmite el restaurante son dos características que sin duda ganan a todo aquel que decide cruzar el umbral de la Tetería Almedina. Sin embargo, lo que más llama la atención del local es la gran mezcla cultural que han incentivado entre almerienses y marroquíes desde su creación con actividades como clases de marroquí o introducción a la danza árabe.


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